Cada vez hay más coches eléctricos en España, aunque su cuota de mercado en comparación con los modelos de combustión es aún muy baja, en torno al 1,5%. Uno de los frenos para su compra es aún la limitada autonomía de muchos de los modelos y en qué punto de recarga se debe ‘repostar’. Actualmente, la infraestructura de puntos de recarga públicos está creciendo (más de 5.000 puntos, según Electromaps), aunque es aún insuficiente y no abarca todo el territorio.
Por ello, instalar uno privado en el garaje de casa es una de las opciones más útiles. Antes de contratar la instalación no obstante, y según el blog de motor de Mapfre, hay que fijarse en varios aspectos que detallamos a continuación.
Existen varias formas de cargar un coche eléctrico en casa. La primera es usando un enchufe convencional doméstico de conector Schuko. Debe ser de 16 A y que tenga una toma de tierra correctamente instalada. Con él, es posible cargar la batería de un eléctrico de forma ocasional. El inconveniente de este sistema, el más simple y económico, es que la potencia es baja y es menos segura que las siguientes.
En caso de optar por un sistema más rápido y eficiente, hay que elegir una estación de recarga. Los requisitos de esta instalación de cara a cumplir con la actual normativa es que el circuito del punto sea exclusivo y no supere los 9,2 kW de potencia.
En tercer lugar, si lo que se quiere es mayor velocidad de carga, el usuario debe instalar un wallbox o base mural. Esta tiene un conector específico para coches eléctricos, funciona desde 16 amperios y su potencia es de 3,7 kW. No obstante, puede ser de mayor potencia, en cuyo caso habrá que cambiar el cable a uno de mayor sección y cambiar en el contrato a un suministro de potencia eléctrica mayor.
Según el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión, el REBT, sólo un instalador autorizado puede encargarse de instalar el punto de recarga (estación de recarga). En muchos casos, desde la propia marca de coches eléctricos ofrecen, con la compra del modelo, descuentos e incluso la gratuidad en la instalación del punto en el garaje de casa.
En cualquier caso, la instalación se deberá hacer desde el propio contador o desde el cuadro general de mando de la vivienda. Además, tiene que estar protegida de contactos indirectos y sobretensiones.
Es una de las preguntas más frecuentes que se hacen muchos potenciales clientes de coches eléctricos antes de decidirse por la compra. De entrada hay que reconocer un importante sobrecoste, aunque oscila dependiendo del tipo de sistema elegido. Para empezar, el enchufe convencional Schuko no tiene sobrecoste, sólo el mayor consumo eléctrico que conlleva la carga de la batería.
En caso de instalar un estación de carga específica, los costes totales oscilan entre los 600 y los 1.000 euros. Un wallbox, por ejemplo, cuesta entre 100 y 350 euros, según el RACE, y su instalación se mueve entre los 400 y los 700 euros. Con la reciente llegada de los coches eléctricos de elevada capacidad el coste podría elevarse, ya que es necesario instalar un cargador de mayor potencia.
No obstante, actualmente, y con el objetivo de potenciar la venta de coches eléctricos y la renovación del parque móvil, las comunidades autónomas ofrecen ayudas públicas para la instalación de estos puntos. Entran dentro del denominado Plan MOVES, que cubre hasta un 40% de los gastos de instalación. Para ello, el solicitante debe adquirir el punto de recarga con posterioridad a la solicitud de la ayuda. Se subvencionan tres tipos: convencional (de 7 a 15 kW); semirrápido (de 15 a 40 kW) y rápido/ultrarrápido (igual o superior a 40 kW).
Además, a nivel de marcas y concesionarios existen multitud de promociones con la compra de un coche eléctrico, con descuentos en la adquisición del punto de carga privado, su instalación o el regalo de ambos. Algunas de estas promociones pueden ser temporales o limitadas a un número máximo clientes.
Antes de solicitar la instalación, es necesario saber si con la potencia que hay contratada en la vivienda será suficiente para cargar el coche. Si se va a optar por tenerlo toda la noche recargando, es importante contar con una tarifa valle, con la que no hará falta aumentar la potencia contratada para la casa.
Pero sí sería recomendable subir la potencia, de 3,7 kW (carga convencional) a 4,6 o 5,75 kW para tener algo más de margen y, sobre todo, si se compra un eléctrico con batería de alta capacidad. Estas admiten recargas a 6,6 kW e incluso a 7,2 kW. Por eso siempre es mejor saber de antemano que potencias admite la batería de nuestro coche eléctrico para optar por la mejor y más eficiente opción.
En caso de vivir en un bloque de viviendas o contar con una plaza en un garaje comunitario, habrá que comunicar previamente la instalación a la comunidad, a través de su presidente o administrador. Según la Ley de Propiedad Horizontal vigente, no es necesario ningún tipo de aprobación por los vecinos. Aunque también es conveniente tener una copia del documento en el que conste el tipo de instalación realizada y la fecha de inicio de la obra.
En ella, el punto de recarga deberá situarse en la plaza del propietario. Además, sólo él hacerse cargo de los costes de instalación y de consumo de electricidad. En caso de que la comunidad decida realizar una preinstalación común para el edificio para albergar varios puntos de recarga, serán los vecinos los que decidan con su voto si se lleva a cabo la instalación.