Antes de nada, mucho cuidado con los excesos navideños pues aunque nos creamos inmunes a determinadas sustancias, nos afectan. Y para eso está la DGT, para evitar que personas que no están en condiciones se pongan tras un volante. Tráfico no quiere conductores que circulen bajo los efectos del alcohol y las drogas. Son dos de las infracciones más comunes y, a su vez, más peligrosas. Pues, quienes las llevan a cabo no solo ponen en riesgo su propia seguridad, sino también la del resto de usuarios de la vía.
En la actualidad, las sanciones por conducir superando el límite de alcohol establecido pueden variar dependiendo de cuál sea el resultado de la prueba de alcoholemia. Por lo general, oscilan entre los 500 € y 4 puntos del carné y los 1.000 € y 6 puntos. Sin embargo, en el caso de conducir con la presencia de drogas en el organismo, la multa sería de 1.000 €, 6 puntos e, incluso, pena de cárcel. Ante esto, te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo son los test de drogas y cómo debes actuar ante este tipo de pruebas.
Controles obligatorios
Este tipo de pruebas que la Guardia Civil realiza en las diferentes campañas de control y vigilancia son obligatorias para todos los conductores. Negarse a hacerlo puede conllevar una pena de cárcel de 6 a 12 meses y a una posible retirada del permiso de conducir por un periodo de entre 1 y 4 años.
Ante esto, lo primordial es colaborar con las autoridades y realizar los test pertinentes. Si, tras hacerlos, no estás de acuerdo con el resultado puedes iniciar procesos para recurrir la sanción. Pero, para ello, debes aportar pruebas que fundamenten tu postura.
Así son los test de drogas
Según informan en Pyramid Consulting, en un control de drogas lo primero que te solicitan es una muestra de saliva. Esta muestra se denomina “indiciaria” y se recoge con un dispositivo especial, diseñado para ello. Si esta muestra de positivo, se deberá recoger otra para analizar posteriormente en el laboratorio. En este caso, se denomina “evidencia” y será la prueba que demuestre oficialmente si el conductor presenta drogas en su organismo.
En un primer momento, existía una distinción entre conducir con drogas en el organismo o conducir bajo los efectos de las drogas. Sin embargo, en estos últimos meses el Tribunal Constitucional decidió acabar con dicha ambigüedad, sentenciando que la sanción debe imponerse en ambos casos. Aunque, también es importante destacar que los narcotest pueden experimentar falsos positivos. Por ejemplo, algunos medicamentos pueden hacer que esta prueba de un resultado incorrecto.
Prueba de contraste y cadena de custodia
Si no estás de acuerdo con el resultado del control de drogas, debes realizar una prueba de contraste. Esta se realiza en un hospital o centro sanitario y, en caso de que vuelva a dar positivo, el infractor debe ser quien corra con los gastos. Pero, si no es así, conseguirá la prueba necesaria para recurrir la multa.
Además, es importante señalar que en todo momento se debe respetar la cadena de custodia. Es decir, las muestras del control deben presentarse en el laboratorio con tubos precintados, en una nevera precintada y transportarse en un vehículo apto para el transporte de residuos biológicos. De lo contrario, se habría vulnerado el protocolo y se podría recurrir la sanción.
Pruebas de laboratorio: hasta 40 tipos de sustancias
El laboratorio es el lugar donde se analizan todas las muestras, se valida la documentación y se demuestra si ha habido infracción o no. Para hacerlo, utilizan dos aparatos (el cromatógrafo y el expectómetro de gases) que son los encargados de averiguar si hay drogas en las pruebas. Y, de ser así, qué tipo de drogas se consumieron antes de conducir.
Son capaces de detectar 40 tipos de sustancias diferentes. Pero, según las últimas campañas de la DGT, se puede decir que las más comunes en nuestro país son el cannabis, la cocaína y las anfetaminas.