Andrés Iniesta es uno de esos jugadores que no caen mal a nadie, que ha logrado que la afición deje a un lado sus pasiones y sus colores para animarlo y ovacionarlo. Mucho ha tenido que ver que fuera el autor del gol que dio a España su único Mundial de Fútbol (Sudáfrica 2010), pero también su humildad, capacidad de trabajo y cercanía con el aficionado. Más allá de sus cualidades con sobre un terreno de juego, en ClicaCoches nos centramos en su colección de coches. ¿Es tan humilde como su propia personalidad?
Un modelo que ha formado parte de su colección durante mucho tiempo. Sí, es uno de los coches que Audi otorgaba a la primera plantilla del FC Barcelona fruto de acuerdo de patrocinio entre marca y club, pero es que el centrocampista lo ha elegido en cinco ocasiones. Eso sí, cada vez de un color diferente.
Y, ya puestos a repetir fórmula, siempre se decantaba por el mismo motor, 3.0 TDI diésel de 239 CV de potencia y tracción total, algo muy útil para el jugador albaceteño que cuenta con viñedos en su tierra. Además, es un modelo de siete plazas y 775 litros de maletero, un espacio muy apreciable para una persona tan familiar como Iniesta.
Ni el cambio de carrocería, ni la llegada de nuevos modelos al catálogo de Audi hizo cambiar de parecer al jugador manchego. Se mantuvo siempre fiel al SUV de mayor tamaño de la familia de los cuatro aros.
Y, para variar, tampoco cambió de motor. Siguió apostando por la mecánica diésel de tres litros y 272 CV con tracción total y cambio automático. Una de las anécdotas está en que cuando recibió su coche para la temporada 2016-2017 no lo pudo recoger al estar lesionado. Se lo tuvieron que enviar a casa.
Tras cinco años de fidelidad al Q7 llegó el momento del cambio, aunque no tanto como cabría esperar. Para la temporada 2017 – 2018, la última con la camiseta blaugrana, eligió la versión más deportiva del todocamino alemán, el Audi SQ7.
Sin embargo, que cambiara de modelo no significa que cambiara de opción mecánica. Una vez más se llevó un propulsor diésel, esta vez un 4.0 TDI de 435 CV.
Durante varios años fue imagen de Nissan lo que supuso que llegaran a su garaje varios modelos nipones. En su caso, optó por el Nissan Pulsar, un compacto de gran rendimiento y un interior muy bien aprovechado, una excelente opción para moverse por la ciudad condal.
Además, da la casualidad que este modelo se fabricaba en Barcelona, en la planta de la Zona Franca. A pesar de los buenos mimbres del modelo, ni si siquiera el apoyo de Iniesta logró impulsar las ventas de este coche que llegó para recuperar el espacio del mercado que había dejado el Nissan Almera pero que apenas duró cuatro años en los concesionarios. Y eso que el jugador se llevó el primer modelo surgido de la planta catalana. Se dejó de vender en 2018.
Otra de las creaciones de la marca japonesa que tuvo como parte del acuerdo de patrocinio y el jugador manchego. Fue Iniesta uno de los primeros personajes públicos que se mostró en público conduciendo un coche eléctrico lo que ayudó a la población a ver con otros ojos estas nuevas criaturas que sin hacer ruido habían llegado a nuestras calles.
En su larga relación con la marca, ha tenido las dos generaciones de modelos, la primera más compacta y urbana, y la segunda con unas cotas más amplias y pensada para salir de la ciudad con trayectos de recorrido medio.
Una curiosidad en su haber. No es un coche que haya comprado pero sí lo disfrutó durante una estancia en Cerdeña y que fue muy comentada en su momento. Que sea un jugador que rehúye de los grandes lujos y la ostentación, no quita para que de vez en cuando, muy de vez en cuando, se dé un capricho y haya alguna cámara indiscreta que lo cace.
Es lo que sucedió en el verano de 2013. En unas vacaciones en Cerdeña alquiló un Bugatti Veyron durante el tiempo que permaneció en la isla italiana. Caso curioso porque este vehículo es un biplaza y entonces ya había llegado a este mundo Valeria, su primera hija.
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Muy bonito todo