Este fin de semana dos coches con conductor (VTC) protagonizaron el vídeo más viral de las redes sociales. Se trata de una grabación de apenas unos segundos en la que se puede ver el pistoletazo de salida de una carrera ilegal organizada en el polígono Atalayuela de Vallecas Villa, Madrid.
En principio, los conductores implicados tomaron todas las precauciones que creyeron oportunas para no ser identificados por la Policía. En ningún momento se les ve salir del vehículo y, además, taparon las matrículas para que el coche no les pudiera delatar. Sin embargo, lo que sí se puede apreciar es la pegatina con la bandera madrileña que todos los vehículos con licencia VTC deben lucir si quieren ofrecer este servicio. Un detalle que sirvió como punto de partida para la investigación de las autoridades que, finalmente, ha logrado descubrir a los infractores.
Dos jóvenes de 20 y 22 años, protagonistas de la carrera ilegal
Según informan en El Mundo, la Policía Municipal de Vallecas sabe quiénes son los presuntos autores de esta falta contra la seguridad vial. Pero lo cierto es que no les han detenido. Por ahora, solo les han informado de cuáles son los delitos de los que les acusan. Por tanto, habrá que esperar hasta la sentencia judicial para conocer cuál es la sanción final que tendrán que asumir.
Lo que sí sabemos es que estos dos jóvenes, de nacionalidad colombiana y rumana, han sido inmediatamente despedidos de sus trabajos. No obstante, el nombre de la compañía para la que trabajaban no ha salido a la luz; por lo que se desconoce si eran conductores de Uber o Cabify.
Un delito de tráfico
Participar en una carrera ilegal, no solo implica que los conductores comprometan su propia seguridad, sino que a la vez, están poniendo en riesgo a todos los allí presentes. Por esta razón, se considera un delito grave que supone sanciones económicas, administrativas e incluso pena de cárcel.
El delito al que se enfrentan es el de conducir un vehículo a motor con temeridad manifiesta, poniendo en peligro la vida o la integridad física de las personas. Es un delito que se contempla en el artículo 380 del Código Penal y puede suponer hasta dos años de prisión y la retirada del carné de conducir por un periodo de uno a seis años. Además, si se considera que existe manifiesto desprecio por la vida de los demás es una pena que podría aumentar de dos a cinco años de cárcel y la retirada del permiso de conducir de seis a diez años.
Al margen de esto, lo que seguramente deban asumir es una multa de 500 euros por haber tapado las matrículas.