No solo SEAT se ha fijado en nuestras ciudades, poblaciones o lugares para nombrar sus modelos, marcas de todo el mundo han bautizado sus vehículos con nombres de nuestra geografía… o que hacen referencia a estas. Hay que admitir que en algunos casos podría tratarse de una coincidencia pero ¡bendita coincidencia!Carlos Olmo
SEAT cuenta con una quincena de modelos con nombres de ciudades españolas pero nunca le puso la denominación a ninguno de sus modelos de la ciudad que le vio nacer (lo más cerca que ha estado ha sido de bautizar a un concept car con el nombre de un barrio: el-Born). Esto lo tuvo que hacer la estadounidense AMC que creó un acabado muy especial para su pequeño deportivo Matador. En total se produjeron 396 unidades de este modelo que incluían, entre otros detalles, el escudo de la ciudad en el lugar del logo de la marca. Se vendió en 1977.
General Motors se acordó de la capital andaluza en varias ocasiones para bautizar modelos o acabados. Pero nosotros nos quedamos con la berlina de tamaño medio de su marca premium. Eso sí, tradujo el nombre al inglés por lo que Sevilla pasó a ser Seville. Se vendió entre 1975 y 2004. Antes también se pudo ver junto al Cadillac ElDorado donde el acabado Seville señalaba a la versión de dos puertas cupé en sus primeras generaciones.
El proyecto del coche se engendró pensando en que sería el representante de Plumouth (la marca Premium de Chrysler) en el segmento de los compactos, si es que este segmento existía mediada la década de los 70 en Estados Unidos teniendo en cuenta los tamaños que siempre han tenido allí los coches. Finalmente se vendió como Chrysler pero con los notables índices de comodidad y acabados con los que se había proyectado. Se vendió entre 1975 y 1983 y contó con dos generaciones.
La segunda marca de SEAT, Cupra, debutó exprimiendo la mecánica y el chasis del SEAT Ateca (un SUV que tendrá su espacio más adelante). El debut de la marca destinada a generar sensaciones debutó recordando a la localidad zaragozana de Ateca, y con un motor de 2,0 litros y 300 CV.
Según tenemos entendido, se le puso Durango al todoterreno de Dodge en honor al estado mexicano del mismo nombre aunque, para ser justos con la historia, a esta región se le bautizó de tal manera en honor a la ciudad de la provincia de Vizcaya por lo que esta camioneta también la sentimos como nuestra. Se comenzó a vender en Estados Unidos en 1994 y se sigue vendiendo hoy día, aunque sufrió un ligero parón entre los años entre 2008 y 2010.
Curioso caso el del Ford Granada que denominó a modelos en Europa y Estados Unidos siendo ambos completamente diferentes. A este lado del Atlántico se fabricó en Colonia y se vendió entre 1972 y 1994, mientras que en Estados Unidos su vida fue más corta, solo se comercializó entre 1975 y 1982.
Una de esas casualidades de las que hablábamos antes. Desconocemos los motivos por los que se le denominó a este pequeño utilitario de Ford como Pinto, pero las coincidencias hicieron que se llamara igual que una localidad madrileña. No es el modelo del que más presuma la firma del óvalo. Se diseñó con demasiadas prisas para resistir en el mercado ante la masiva llegada de modelos pequeños y ahorradores desde Japón y esto le hizo sufrir todo tipo de problemas mecánicos a lo largo de su vida. Se vendió entre 1971 y 1980.
Marca española y poco conocida que surgió de la mente de Ben Heydrich, importador de Porsche en España, y que realizó varios modelos, todos ellos modificaciones de otros vehículos que ya estaban en el mercado. El Hispano-Alemán Mallorca era una versión del Lotus Seven pero que utilizaba mecánica de SEAT y que se hacía de forma completamente manual. En total se fabricaron unas 50 unidades.
Heydrich se fijó que en España apenas había modelos deportivos en el mercado, al contrario de lo que sucedía en otros países europeos por lo que echó a volar su imaginación y buscó nuevas opciones para crear mercado. Tomó como base un proyecto de Porsche 914 y buscó un carrocero para darle su aspecto definitivo. La elección fue una creación de Pietro Frua, quien gozaba de buen prestigio en la época. El vehículo se presentó en 1971 en el Salón de Ginebra momento en el que Frau denunció el proyecto para quedárselo en propiedad. Finalmente, entre denuncias y pleitos el proyecto no salió adelante cuando había recibido muy buena crítica en la muestra suiza.
Un vehículo que no llegó a comercializarse aunque sí se presentó (en el Salón de Barcelona de 1972) con tales intenciones. El problema estuvo en el suspenso logrado en las pruebas de homologación de la época. Contaba con un motor de 1,6 litros y detalles que se habían recopilado de otros coches como las luces delanteras, de un SEAT 1500 y las traseras de un SEAT 850, mientras que la caja de cambios era de origen Porsche. Esta sola costaba 80.000 pesetas de la época cuando se pretendía que el precio de venta fuera de unas 300.000.
Desconocemos si Jarama es el nombre de un ilustre toro que haya dado alguna tarde de gloria en alguna plaza (motivos que en los inicios denominaban los modelos italianos), de lo que sí estamos seguros que es Jarama es un río de la zona norte de la Comunidad de Madrid, que da nombre a la comarca de la Cuenca del Medio Jarama y que bautiza varias localidades como Paracuellos de Jarama o Talamanca de Jarama, al mismo tiempo que dio al primer circuito permanente de nuestro país. El Lamborghini Jarama era un Cupé compacto, con capacidad para cuatro personas que se fabricó entre 1970 y 1976.
El pick-up japonés fabricado en Barcelona recibe el nombre de Navarra, uno de los históricos reinos que conformaron España. Sin embargo, la dirección de Nissan decidió suavizar la rudeza del nombre eliminando una R del nombre. Ya hemos conocido tres generaciones de la pick-up aunque hay algunos mercados en los que aparece como Nissan NP300 y Nissan Frontier.
El monovolumen francés contó con una edición especial con un añadido de equipamiento que tomó el nombre del parque de atracciones catalán. Qué mejor manera de enfatizar el carácter familiar de un coche y su dinamismo y capacidad de generar sonrisas que evocando un parque de atracciones.
El primero de los SEAT que aparece en nuestra lista (dispuestos por orden alfabético) hace referencia a la ciudad palaciega nazarí situada en Granada (el segundo monumento nacional en número de visitas). Este monovolumen, que comenzó a venderse en 1996, es uno de los pocos que sobreviven en el mercado ante el empuje de los vehículos de tipo SUV. Ha contado con dos generaciones.
La localidad alicantina dio nombre a un monovolumen de tamaño medio que se lanzó en 2004 en plena efervescencia del segmento y que logró colocarse como uno de los más vendidos del mercado. De hecho, alargó su silueta para contar con más espacio interior y maletero aunque no llegó a tener 7 plazas (para eso ya estaba el Alhambra en el catálogo de SEAT). Se le puede considerar como un adelantado a su tiempo pues el acabado Freetrack suponía un avance a la llegada de los futuros SUV y crossover.
Uno de los últimos en llegar al espacio de moda en el mercado, el de los SUV urbanos. Sí, llegó tarde, pero sabiendo cuáles eran los puntos a favor y en contra de los rivales por lo que la apuesta de la marca fue casi sobre seguro… algo que ya le ha valido para situarse de forma habitual entre los 10 más vendidos todos los meses. Su nombre lo recibe de una localidad de la isla de Tenerife. Llegó a los concesionarios en 2017.
El modelo con el que la firma española compitió en el segmento de los utilitarios entre los años 1997 y 2004. No gozó del éxito que merecía en el mercado aunque sus ventas fueron notables. El motivo fue el alto nivel de matriculaciones que siempre ha tenido el SEAT Ibiza, que por esos años y ya en su segunda generación era uno de los dominadores del mercado. Su nombre lo recibía de Villagarcía de Arosa (Pontevedra).
El primer integrante de la familia SEAT en el espacio de los SUV en 2016. Aprovechaba la experiencia del Grupo Volkswagen aquí para lanzar un vehículo con el diseño y la dinámica propios de la marca española y con un precio contenido teniendo en cuenta los guarismos en los que se movía la competencia. Esto le permitió situarse entre los más pedidos del mercado… y en el primer integrante de la familia Cupra.
Un vehículo que recordaba a la capital califal pero que tuvo una vigencia en el mercado muy limitada. En realidad se trataba de una variante del SEAT Ibiza con el maletero alargado que gustó mucho al principio pero que perdió ventas de forma paulatina. Pasó a la historia por ser la apuesta de la marca española para participar en el Mundial de Rallys (aunque SEAT, en realidad, quería haberlo intentado con el Ibiza). El SEAT Córdoba WRC subió al podio tres veces (con sendos terceros puestos).
El primer modelo de SEAT diseñado por la misma marca (ya lejos del paraguas del Grupo Fiat) y la segunda en tomar el nombre de una localidad española (por detrás del SEAT Ronda). Inició su historia en 1984 y, desde entonces, ha lanzado cinco generaciones, la última en 2017. Desde su llegada ha comercializado más de 5 millones de unidades, lo que le convierte en el modelo más vendido de la compañía presumiendo siempre de estar entre los primeros puestos en el ranking de matriculaciones en nuestro país. Toma su nombre de la ciudad balear.
Sinónimo de éxito. Líder de ventas en España en los últimos tres años mientras que 2019 lleva camino repetir posición y ser uno de los vendidos en mercados como el alemán. Llegó en 1999 y lo hizo tomando la mecánica y las cotas de habitabilidad del SEAT Toledo de la época. Desde entonces 3 generaciones jalonan su éxito mientras que la cuarta está cerca de ser desvelada. Había quien apuntaba a que se descubriría a finales de este año pero habrá que seguir esperando. Su nombre le llega de la antigua capital del Reino de León, hoy integrada en Castilla-León.
Representante de la firma española en el segmento de las berlinas entre los años 1984 y 1991, sucesor del carismático SEAT 131 y predecesor del carismático SEAT Toledo. Hoy día no se le reconoce el valor que tuvo en su época pues consolidó la independencia de SEAT como marca independiente, tras salir del Grupo Fiat, y ayudó a modernizar la imagen de la marca española. Málaga era y es la capital de la Costa del Sol.
Difícil reto el que tuvo que asumir el SEAT Marbella aunque respondió de forma más que solvente. Debía suceder al SEAT Panda en 1986, con una propuesta más moderna y cómoda, aunque manteniendo la simpleza y precio económico que habían hecho del Panda uno de los coches más buscados de nuestro país (solo hay que recordar la época en la que se lanzó). Y lo logró hasta que en 1998 le sucedió el SEAT Arosa, un vehículo más pequeño, urbanita y moderno.
Uno de los principales motivos por los que se terminó de romper la relación entre SEAT y el Grupo Fiat. La española debía fabricar una versión de producción propia del Fiat Ritmo y creó un vehículo que desde Italia entendieron que era, sin más, un restyling de su modelo. El lío llegó al Tribunal de la Competencia de Bruselas y lo que era un SEAT Ritmo pasó a denominarse SEAT Ronda. Se vendió entre 1982 y 1986, recibe el nombre una localidad malagueña y fue la que inició la denominación de los modelos de SEAT con lugares de España.
La firma española completó su apuesta por el segmento de los SUV con un vehículo con muy buenas terminaciones y siete plazas interiores. Su nombre surgió de una petición de proposiciones de nombres que hizo la marca en redes sociales. Recibió 143.000 propuestas de las que quedaron 7 finalistas de entre los que los seguidores de la marca pudieron elegir la propuesta ganadora. La elegida fue la denominación de Tarragona en la época romana.
El primer SEAT fabricado bajo la tutela del Grupo Volkswagen recibió el nombre de la ciudad imperial de Castilla La Mancha. Llegó en 1991 y durante muchos años fue el referente en el mercado de la compañía hasta que el lanzamiento de la tercera generación, que mezclaba conceptos y se adentraba en el segmento de los monovolúmenes, le hizo perder cuota. Sigue en el mercado con las formas de una berlina compacta, aunque sin el éxito de sus inicios.
Una marca británica filial de British Leyland que en España tenemos asociada a vehículos deportivos pero que también produjo turismos de corte familiar. Uno de ellos recibió el nombre de la ciudad castellana: el Triumph Toledo, que nació como sustituto del Triumph 1300 aunque terminó por ser una variante más económica que el Triumph 1500. Se vendió entre 1970 y 1976.
Bora es una comarca de Pontevedra, y que su nombre esté unido a un modelo de Volkswagen es una de esas casualidades que seguro que gusta a los habitantes de esta zona gallega. Volkswagen Bora es como se denominó la cuarta generación del Volkswagen Jetta.