Los vehículos jóvenes (0-3 años de antigüedad) representan ya el 21% de las transacciones dentro del mercado de ocasión español, con un incrementos del 30% en los primeros meses de 2018, según datos de la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales Faconauto. Además, los expertos auguran un aumento de las ventas en este segmento para los próximos años.
Así, el aumento de la compraventa de estos coches de segunda mano permite optimizar la rentabilidad del usuario. Según los expertos de Trive, comprando este tipo de vehículos de ocasión se reduce la depreciación del coche, manteniendo hasta el 67% de su valor y, al mismo tiempo, el conductor puede usar un coche actualizado tecnológicamente.
Para los vendedores y para el parque automovilístico actual supone una solución muy beneficiosa a medio plazo. Los primeros darán salida a una flota de vehículos todavía muy valiosos. Y, al mismo tiempo, se contribuye a actualizar el parque móvil de España, uno de los más obsoletos de la Unión Europea.
A todo esto favorece también los largos periodos entre una actualización (restyling) y otra de algunos modelos. Esto facilita la reducción de la devaluación del coche con el paso de los años y, con ello, el aumento del interés por parte del comprador, que estará adquiriendo un coche actualizado y más eficiente.