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Los mejores coches de James Bond

Los coches de James Bond son igual o más famosos que su propietario. Sobre todo porque van equipados con la más alta tecnología. Repasamos los vehículos que marcaron época cuando aparecieron en las películas del agente secreto 007.  Texto: Pablo Gimeno Valledor y Carlos Olmo.

1 de 15 – Sunbeam Alpine Serie II – 007 contra el Dr No (1962)

En la primera de las películas, la de ‘007 contra el Dr No’, Bond condujo un Sunbeam Alpine “normal”, pero luego comenzó a usar coches con extras (es una forma de definirlos). Aquí también pudimos ver modelos como un Chevrolet Bel Air Convertible –del 57– e Impala del 62, un Lasalle fúnebre, un Ford Consul, un Vauxhall Crest, un Cadillac 59 o un Hillman.


2 de 15 – Aston Martin DB5 – Goldfinger (1964)

El primero de sus Aston Martin especiales apareció en ‘Goldfinger’, tercera entrega de la saga, y fue todo un éxito. Este Aston Martin le ha dado a la marca británica tanta o más fama que su victoria de 1959 en Le Mans y, dada la popularidad que le concedió, en muchas de las siguientes películas los supercoches adquirieron gran protagonismo. Lo curioso del asunto es que la firma británica no les quiso ceder ninguna unidad por lo que la productora los tuvo que comprar. Aprenderían la lección para el resto de entregas. En esta misma se pudieron ver un Rolls Royce Phantom III, un Lincoln Continental, un Ford Thunderbird, un Ford Ranchero Pick Up o un Mercedes-Benz 180 pontón.


3 de 15 – Ford Mustang – Operación Trueno (1965)

Sí, aquí el Aston Martin DB5 volvió a ser protagonista, así como algún modelo de su país de origen, sin embargo, nosotros nos quedamos embelesados con el Ford Mustang Cabrio que aparece y que supone prácticamente el debut en el cine del Pony Car (llegó al mercado apenas unos meses antes). Aquí se pudo ver algún Bentley, Ford Thunderbird, Ford Failine Skyliner y Lincoln Continental.


4 de 15 – Toyota 2000 GT Cabrio – Sólo se vive dos veces (1967)

Algunas marcas han pagado generosamente a los productores para que aparecieran sus modelos, como en el caso de ‘Sólo se vive dos veces’ donde Toyota, la principal marca de la entonces naciente industria japonesa, hizo un cabriolet especial –sólo hubo dos unidades construidas– de su modelo estrella de entonces. En esta película también se pudieron ver varios modelos japoneses.


5 de 15 – Aston Martin DBS – Al servicio secreto de su majestad (1969)

Puede ser el Aston Martin más anodino de cuantos han pasado por la saga James Bond, pero lo incluimos porque es la única entrega en la que George Lazenby, se enfundó en la piel del espía británico. Por el escenario también pasaron un Rolls Royce Silver Shadow convertible, un Mercury Cougar XR7, un Mercedes Colas, un Mercedes-Benz 600 y un Volkswagen Escarabajo.


6 de 15 – AMC Matador – El Hombre de la Pistola de Oro (1974)

No todo iban a ser modelos grandilocuentes o de elevado coste, también hay espacio para modelos mundanos como este AMC Matador que compartió protagonismo con el AMC Hornet y que se situaron como los modelos protagonistas de la novena entrega. Bueno, nos corregimos a nosotros mismos, por aquí también desfilaron un MGB GT, un Rolls Royce Silver Shadow y un Mercedes-Benz W115. Pero, que conste, el protagonismo fue para los AMC.


7 de 15 – Lotus Esprit S1 – La Espía que me Amó (1977)

Aquí descubrimos que los coches también son de género anfibio. Un ejemplo de esta nueva especie era el Lotus S1, preparado para inmersiones submarinas y que podía lanzar sumergido misiles antiaéreos. Se trata de uno de los modelos más recordados de las películas de 007 por lo impactante que fue. Compartió escenas con un Leyland Sherpa en formato furgoneta y un Ford Taunus.


8 de 15 – Citroën 2CV – Sólo para tus ojos (1981)

Nuevo intento de pasar por una persona corriente, como si los demás también estuviéramos al servicio de la reina o contáramos con licencia para matar. En esta ocasión, el mayor protagonismo de la película fue para un Citroën 2CV, pero aunque este sea un modelo con muchos atractivos, da la sensación de que lo de sentirse James Bond en él, no cuela. Con un Aston Martin combina perfectamente la pistola, el esmoquin y la ruleta de Montecarlo, mientras que en el 2CV lo propio sería un garrote, una boina y la partida de dominó. En esta entrega también se vieron un Lotus Esprit Turbo, un Peugeot 504 y varios Mercedes-Benz.


9 de 15 – Renault 11 modificado – Panorama para matar (1985)

La saga James Bond se convirtió en un banco de pruebas para demostrar las veleidades de los modelos nuevos que llegaban al mercado. Esta fue la oportunidad que quiso aprovechar Renault para lo sufrido que podía llegar a ser su nuevo 11. Y, visto cómo termina el coche, tenían razón los del rombo. Compartió escenas con algún Rolls Royce Silver Cloud, un Renault Fuego, un Ford Bronco, un Chevrolet Corvette C4 y un Jeep Cherokee.


10 de 15 – Aston Martin V8 Vantage Volante – Alta Tensión (1987)

Vuelta a los orígenes. La marca patria vuelve a tomar protagonismo y el Aston Martin V8 se convierte en su vehículo de uso habitual en ‘Alta Tensión’. Este tiene, además del armamento “estándar” formado por ametralladoras y lanzamisiles con sistemas de puntería de rayos laser, cohetes propulsores tipo “Coche Fantástico” e incluso unos alargados clavos que salen de los neumáticos cuando conviene para poder ir sobre el hielo así como esquíes laterales, y claro ¿qué podían hacer frente a este panorama los pobres Ladas de Policía checos?


11 de 15 – BMW 780 iL – El mañana nunca muere (1997)

BMW se convirtió en vehículo oficial en la anterior entrega, en Goldeneye, aunque nos quedamos con esta berlina de gran tamaño de la firma muniquesa. ¿El motivo? James Bond, interpretado por Pierce Brosnan, tuvo hasta 17 unidades para maltratarlos durante la película, aunque no todos contaban con los gadget que se ven en la película. También participaron unas motos BMW R1200, un Ford Scorpio, un Range Rover, un Opel Senator, un Mercedes-Benz W126 y varios modelos de Jeep.


12 de 15 – BMW Z8 – El mundo no es suficiente (1999)

La infidelidad con la industria británica continúa. En esta ocasión, el encargado de llevar al Agente 007 a cumplir con sus misiones es un BMW Z8, uno de los modelos que más sorprenden por las cotizaciones que alcanzan en las subastas de clásicos. La cuota patria la ponía un Rolls Royce Silver Shadow.


13 de 15 – Aston Martin V12 Vanquish – Muere otro día (2002)

Dos entregas después regresó el protagonismo de Aston Martin. Esta ausencia podría ser debida a las investigaciones en las que estaban inmersos los de Gaydon para intentar descubrir la fórmula de uno de los sueños y deseos de la humanidad. La firma de deportivos lograba la invisibilidad de sus coches ante lo que poco podían hacer sus enemigos. Ellos tampoco iban cojos. Conducían Jaguar y contaban con tal arsenal de armas bajo su carrocería que uno se preguntaba cómo cabía el motor. Uno de los modelos más llamativos de la 21º película era un Ford Failane Convertible.


14 de 15 – Aston Martin DBS V12 – Casino Royale (2006)

En las películas recientes la presencia de Aston Martin es una constante. “Q” sigue dotándolos de sofisticados aparatos… como un desfibrilador. Uno esperaría ametralladoras o armas de destrucción masiva, pero ¿un desfibrilador? Afortunadamente “Q” es muy previsor y ¡miren por dónde! ese extra le fue muy útil a Bond porque… no esperarás que destripemos uno de los momentos álgidos de la película, ¿no? También se puedo por ver a un Jaguar XJ8, un Ford Crown Victoria y Ford Mondeo. También recuperaron el DB5


15 de 15 – Aston Martin DBS V12 – Quantum of solace (2008)

En la segunda película protagonizada por Daniel Craig, James Bond cuenta en su garaje con un impresionante Aston Martin DBS. Para rodar una de las primeras escenas de la cinta, se utilizaron hasta seis modelos de este vehículo. Aunque no quedan destruidos, en la cinta se ve que la carrocería queda en muy malas condiciones. También se pudo ver un Alfa Romeo 159, un Audi A6, un Ford Ka o un Volkswagen Escarabajo.

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