Fernando Alonso explica cómo ha sido su test con el IndyCar
Cuando Fernando Alonso está a punto de ponerse en marcha con un nuevo reto, hacemos repaso de su trayectoria deportiva mostrando todos (o casi todos) los coches que ha conducido. Y es que, aunque a muchos se les escape, ¡¡hay vida más allá de la Fórmula 1!!
Aquí comenzó todo. Su padre, gran aficionado a los karts, construyó un coche para su hermana mayor. Pero esta no le prestó demasiada atención no así Fernando Alonso quien, con tres años, ya empezó a manejarlo. Ese mismo año, logró su primera victoria. ¡¡Con tres años!!
Tras una exitosa carrera en kart a nivel nacional y europeo, beca de la Federación Española de Automovilismo incluida, llegó el momento de dar el paso a los monoplazas, y lo hizo saltando alguno de los primeros escalones que se suelen dar en este mundo. Adrián Campos lo fichó como sustituto de Marc Gené para su equipo de la Fórmula Nissan (más tarde World Series by Renault y Fórmula V8 3.5) y en su primer año logró 6 victorias, 5 vueltas rápidas y 6 poles. Se hizo con el título en su primera participación.
Con su primer título en monoplazas bajo el brazo dio el salto a F3000 con Astromega, un equipo limitado de recursos con el que terminó cuarto del campeonato (por detrás del australiano Mark Webber, que fue 3º). La fama la logró en la carrera disputada en Bélgica cuando bajo una torrencial lluvia indicó a los mecánicos en el último momento que variaran la puesta a punto del coche, para dejarla a su gusto. Logró la pole y la victoria. Esta exhibición le valió para ser captado por Flavio Briatore y saltar a la Fórmula 1. Ferrari también se interesó por él, pero Flavio se lo llevó a la órbita de Renault.
El debut en la Fórmula 1, cuando aún no había cumplido 20 años. Pertenecía a Renault pero esta le cedió a un equipo italiano que no tuvo el coche hasta los días previos al inicio del Mundial de Fórmula 1 (GP Australia). Y lo probaron en los prolegómenos de la carrera en las pistas de un aeropuerto para comprobar que todo ajustaba y al menos funcionaba. Terminó la temporada en 23 º lugar. Tuvo como compañeros de equipo al brasileño Tarso Marques y al malayo Alex Yoong.
Primera campaña en Renault como piloto titular, tras un año como probador. Hizo la pole y subió al podio en su segunda prueba (GP de Malasia) lo que le convirtió en el piloto más joven en pisarlo. No quedó ahí la sorpresa, en el GP de Hungría consiguió su primera victoria. Renault entraba de esta manera en el elenco de favoritos… en pleno dominio de Michael Schumacher y Ferrari. Terminó 6º del mundial y tuvo como compañero de equipo al italiano Jarno Trulli.
El año de la consagración, de demostrar que lo vivido la temporada anterior no era casualidad. No logró ninguna victoria pero sí que mejoró su puesto en la clasificación general, donde fue 4º. Obtuvo una pole position y cuatro podios. En esta ocasión, tuvo como vecinos de box al italiano Jarno Trulli y al canadiense Jaques Villeneuve, que compitió las tres últimas pruebas del campeonato.
Fernando Alonso y Renault consiguieron acabar con el dominio de Michael Schumacher y Ferrari, que se habían impuesto en los últimos cinco campeonatos de forma consecutiva. Logró el título con una gran autoridad tras un inicio arrollador al lograr tres victorias en las cuatro primeras citas.
En total fueron 7 triunfos (incluyendo el de la última cita en el GP de Brasil). Primer título absoluto en la Fórmula 1 para un piloto español. Tuvo como compañero de equipo a Giancarlo Fisichella. Renault también fue campeón de constructores.
Segunda corona para el español en una intensa temporada en la que luchó con el alemán Michael Schumacher hasta la última carrera. Cimentó el título en un excelente inicio de temporada donde se hizo con 6 victorias en las 9 primeras citas. Una investigación de la FIA por la inclusión de un tercer amortiguador en el morro del monoplaza hizo revisar el vehículo perdiendo prestaciones.
El ‘kaiser’ aprovechó esta situación e impuso su dominio en la segunda mitad de la temporada. Aunque no fue suficiente para privar a Alonso de su segunda corona. Giancarlo Fisichella repitió como compañero de equipo. Renault repitió como campeón de constructores.
Año complejo y complicado para el español. Abandonaba el equipo con el que había logrado sus dos títulos para recalar en un equipo legendario. Sin embargo todo fueron problemas: se encontró con un compañero de equipo debutante (Lewis Hamilton) que pronto obtuvo el favoritismo del director del equipo (Ron Dennis), solo hay que recordar el incidente del GP de Hungría en el que una queja de Hamilton (quería cambiar neumáticos para dar una vuelta más en la tanda de calificación algo que no consiguió porque el español paró demasiado tiempo en boxes) y una falta de defensa de su equipo le llevó a ser penalizado en la parrilla. Además, Dennis se inclinó por los intereses de Lewis en varios momentos de la temporada.
Ambos se jugaron el título en la última cita (GP de Brasil) y ambos lo perdieron en beneficio del finlandés Kimi Räikkönen que había dejado McLaren para irse a Ferrari.
Tras un difícil año en McLaren regresó a su ‘hogar’ aunque la estructura no era la misma que tenía cuando logró sus mayores éxitos. Aun así logró dos victorias, una de ellas, la del GP de Singapur, envuelta en una gran polémica pues su compañero de equipo, el brasileño Nelson Piquet Jr. provocó un accidente en un momento y un lugar que obligaba a todos los pilotos a un cambio de estrategia dejando a Alonso en un primer lugar que ya no abandonaría hasta la meta. Fue quinto del campeonato.
Nuevo año en Renault en el que todo fue aún más difícil que el anterior. Y no solo por la merma de capacidades de la escudería francesa, muy por debajo en presupuesto de las favoritas al título, sino porque también hubo una revolución en la normativa aerodinámica a la que la gala no se supo adaptar.
Solo subió una vez al podio (GP de Singapur) y terminó 9º de la tabla. Su compañero de equipo fue Nelson Piquet jr. aunque fue apartado del equipo tras conocerse el modo en el que había obrado el año anterior en Singapur. Su relevo fue el francés Romain Grosjean.
Llegó para convertirse en el sucesor de Michael Schumacher y reemprender el éxito que aquél logró. Sin embargo, no fue fácil y eso que comenzó de forma inmejorable, con una victoria en la cita que inauguraba el campeonato (GP de Abu Dabi).
Sin embargo, se topó con el equipo Red Bull y su aerodinámica demoledora. Alonso llegó a la última cita con opciones al título, una oportunidad que también tenían los dos pilotos de la bebida energética. Durante la carrera, quiso copiar la estrategia del australiano Mark Webber, líder del campeonato hasta ese momento, pero en un cambio de ruedas salió detrás del ruso Vitaly Petrov y no lo pudo superar en toda la carrera. Terminó séptimo, mientras el alemán Sebastian Vettel lograba la victoria y el título (adelantó a su compañero de equipo). Finalizó segundo con cinco victorias y su compañero de equipo fue Felipe Massa.
Un año en el que siempre estuvo entre los mejores, pero solo una vez que el primero en ver la bandera a cuadros (GP de Gran Bretaña). Poco pudo hacer ante del dominio aplastante de Red Bull y Sebastian Vettel que se llevó a casa 11 victorias. El primero de los demás fue el británico Jenson Button (McLaren) a 122 puntos. Ni siquiera su compañero de equipo, el australiano Mark Webber, pudo acercarse. Así que, bien pudo contentarse Alonso con su cuarto puesto final. Su compañero de equipo volvió a ser el brasileño Felipe Massa.
Tercera temporada en Ferrari e ilusiones renovadas para acabar con el gran dominio de Red Bull. Su regularidad fue su gran virtud, aunque no fue suficiente. Logró tres victorias y trece podios. Y fue subcampeón quedando a solo 9 puntos de Vettel que sumó su tercera corona. Massa volvió a ser su compañero de equipo.
Su cuarto año en Ferrari comenzó con pocas esperanzas de conseguir algo ante el dominio de Vettel y su Red Bull, diseñado por el mago de la aerodinámica Adrian Newey. Terminó segundo, algo es algo, lo que supone un subcampeonato más en su haber, tras dos victorias y nueve podios. Aunque lo cierto es que el alemán dominó con holgura toda la temporada, especialmente la segunda mitad. Logró 13 victorias en 18 carreras, las últimas nueve de forma consecutiva. Alonso, logró su último triunfo, en el GP de España, y fue segundo de la general. Sí, fue subcampeón, pero quedó a 155 puntos de Vettel. Le volvió a acompañar en Ferrari Felipe Massa.
Última temporada con el equipo italiano después de diversos desencuentros con la dirección del equipo (que también tuvo varios cambios en la cúspide de varios departamentos en los últimos años ante la distancia con Red Bull). Comenzaba una nueva era a nivel mecánico y regresaban las buenas palabras y las promesas. Incluso se recuperó al último campeón con el equipo italiano para cambiar la suerte de la escudería (Kimi Räikkönen sustituyó a Massa).
Pero de poco sirvió. Se pasó del dominio del equipo austríaco al de Mercedes-AMG (que aún dura). Solo pudo subir al podio en dos ocasiones y antes de terminar la campaña ya había comunicado que iba a cambiar de aires para buscar la suerte en otro equipo.
La carta de presentación era buena: un equipo histórico se unía a Honda, una marca con la que había logrado grandes éxitos en la Fórmula 1, para iniciar una nueva era dorada en la máxima competición. Todos tenían en mente aquellos maravillosos años 80 y 90 y a Ayrton Senna y Alain Prost. Además, Ron Dennis prometía entendimiento con Alonso. Sin embargo pronto se vio que faltaba mucho desarrollo en la compleja unidad de potencia de la marca japonesa y que había falta de entendimiento entre las partes.
Un accidente durante los entrenamientos apartó a Alonso de la primera carrera y tuvo que esperar a la segunda para volver. Era habitual ver al equipo en las últimas posiciones, y eso que junto a Alonso pilotaba otro excampeón de la Fórmula 1 como Jenson Button. Su quinto puesto en el GP de Hungría supo a victoria. Pero fue la única vez que terminó en la zona de puntos.
Segundo intento con McLaren Honda. Y segundo estrépito. Y eso que la pretemporada comenzó bien. A unos esperanzadores resultados en los primeros entrenamientos se sumaron unos aceptables libres (teniendo en cuenta cómo había sido el año anterior). Sin embargo, era consciente de que en carrera no iría bien. A eso sumó un accidente que le dejó con unas lesiones que le impidieron ser de la partida en la segunda cita del año.
El resto de la temporada fue mejor, en lo que era un paso adelante, pero siempre muy lejos de lo que se esperaba de la alianza McLaren Honda. Terminó décimo, con 54 puntos. Button repitió como compañero de equipo.
Nueva era en McLaren tras el cambio de propiedad (adiós a Ron Dennis), pero más de lo mismo sobre la pista. O incluso peor, pues el paso hacia adelante dado en la temporada anterior esta vez se dio hacia atrás. Tan pobre fue la concurrencia del equipo que se saltó el GP de Mónaco y se fue a Estados Unidos a disputar las 500 millas de Indianápolis (donde también abandonó con Honda, aunque la marca sí lograría la victoria final).
Terminó 15º con 17 puntos después de haber estado entre los diez primeros en cinco ocasiones. Estrenó compañero, el belga Stoffel Vandoorne.
Ante los decepcionantes resultados que estaba logrando en la Fórmula 1 junto a McLaren decidió buscar nuevos retos. El primero de ellos era lograr la triple corona: victoria en el GP de Mónaco, en las 24 horas de Le Mans y en las 500 Millas de Indianápolis.
El primero ya lo había conseguido dos veces, y llegaba su primera oportunidad en la pista estadounidense. Honda y McLaren le consiguieron un hueco en la parrilla, se mostró como el mejor novato en los entrenamientos y salió desde la quinta posición. Pecó de novado en algunos momentos, aunque también llegó a liderar, hasta que el motor dijo basta. Terminó abandonando, pero fue aclamado por los aficionados. No sería su último intento.
La temporada de Fórmula 1 no había comenzado y en McLaren habían cambiado el motor Honda por el Renault. Pero Alonso ya estaba pensando en buscar nuevos retos. Recordemos que entre sus objetivos estaba la consecución de la triple corona por lo que se quiso probar en una prueba de resistencia. Lo hizo en las 24 horas de Daytona, en la segunda categoría (LMP2) y acompañado de pilotos con el sello McLaren.
Destacó Lando Norris cimentando así su salto a la Fórmula 1 en 2019. Sin embargo, la diosa fortuna en esta ocasión estaba despistada. Logró buenos tiempos, estuvo entre los mejores de su categoría, pero diversos fallos mecánicos lastraron su participación. No vio la bandera a cuadros final.
La falta de entendimiento y resultados con Honda llevó a McLaren a intercambiar sus motores con Renault, con la esperanza de seguir el camino que había tenido Red Bull, también motorizado por el fabricante galo y habitual de las primeras plazas. Sin embargo, los resultados no han llegado. Nuevo motor significa nuevas prestaciones y nuevas reacciones, pero también que hay que adaptarse.
Así, la sensación del equipo vuelve a ser de fracaso, especialmente por la falta de fiabilidad en la segunda mitad de la temporada. Aun así, estuvo en la zona de puntos de forma habitual en las primeras carreras. A su lado repitió Vandoorne.
Tras el buen regusto que tuvo con Daytona se planteó alternar la Fórmula 1 con otras competiciones de resistencia. Tenía contrato con McLaren y disputó toda la temporada del Gran Circo aunque también fichó por el equipo Toyota para realizar toda la temporada del Mundial de Resistencia (WEC) que se desarrollaría durante dos años: 2018 y 2019, aunque su principal objetivo era lograr la victoria en las 24 horas de Le Mans, algo que logró su coche en el primer intento tras una gran conducción del asturiano en su turno de noche.
Repetiría victoria en 2019, tras un pinchazo del otro coche de Toyota a falta de una hora para el final. También logró el título del WEC.
Después de una primera incursión el año anterior en la carrera, y ya con su primer Le Mans bajo el brazo, Alonso regresó a las 24 horas de Daytona a completar el trabajo que había dejado a medias el año anterior. Compitió en la primera división de la parrilla y con un equipo y un coche puntero. Logró la victoria junto a Jordan Taylor, Kamui Kobayashi y Renger van der Zande.
Su último reto. Cuando se despidió de la Fórmula 1, aunque dijo que sería de forma temporal, apuntó a que quería participar en dos pruebas míticas del automovilismo. Pronto comenzaron las especulaciones y su relación con Toyota y la presencia de la japonesa en el Dakar situaron al raid como una de las opciones que estaría barajando (la otra era el Rally de Montecarlo pues Toyota también cuenta con un equipo oficial en el Mundial de Rallys).
Tuvo una primera toma de contacto en el Rally de Marruecos y varias jornadas intensa de pruebas en Sudáfrica. Y, cuando llegó la hora, muchos quedaron sorprendidos del potencial del piloto asturiano. Con Marc Coma a su derecha, a bordo del Toyota Hilux Gazoo Racing oficial, terminó en decimotercer lugar aunque hubo jornadas en las que rodó entre los mejores con un segundo puesto en la octava etapa. También dejó para la posteridad una volada en la que dio varios vueltas de campana en bajada de una duna. En la reparación del coche perdió una hora y, sin luna delantera y varios desperfectos, siguió rodando entre los mejores.