Los coches que menos consumen del mercado (I)

Analizamos los utilitarios y compactos que menos consumen

En estos tiempos en los que acudir a una gasolinera puede producir pavor ante los precios que alcanzan los carburantes, hemos analizado el mercado en búsqueda de los modelos que menos consumen. Y los hemos agrupado por segmentos. En este caso analizamos los modelos de menor tamaño, pero próximamente haremos lo mismo con las berlinas, los todocaminos y monovolúmenes.

Analizando las clasificaciones nos sorprenderemos de algunos consumos y posiciones, y sobre todo de la presencia tan arriba de algunas motorizaciones que utilizan combustibles alternativos como el metano o el GLP. En España no está muy extendido su uso, no así en otros países europeos, por lo que algunas marcas aprovechan que cuentan con ellos para comercializarlos también aquí.

La propulsión alternativa más vista en estas tablas es la híbrida que conjuga motor de combustión interna, gasolina o diésel, y uno eléctrico, por lo que funcionan de forma alterna, o bien que el eléctrico puede potenciar el tradicional. Poco a poco vemos cómo esta tecnología ha impregnado cada uno de los segmentos del mercado.

Son la mejor opción para moverse por un entorno urbano. Son ágiles gracias a su pequeño tamaño algo que también les beneficia a la hora de encontrar aparcamiento. Entran en casi en cualquier sitio. Cuenta con las comodidades básicas que necesitan sus ocupantes y los sistema de seguridad elementales.

Eso sí, está diseñado para acoger a dos personas, las que las plazas delanteras, puesto que las plazas traseras cuentan con un espacio muy limitado. El maletero da para ir a hacer la compra, pero no la de toda la semana. Las dos primeras posiciones están ocupadas por el mismo motor desarrollado por el grupo Volkswagen.

No llegan al litro de cilindrada y los datos homologados se consiguieron al ser movido por metano, un gas no muy extendido en nuestro país. Habría el rendimiento que hubiera dado en caso de utilizar gasolina durante la homologación. Uno de sus méritos es que consigue quedar por delante de un modelo híbrido que un alto porcentaje de su tiempo se mueve mediante el motor eléctrico. La lista la cierran dos pequeños con gran importancia en el diseño como son el Fiat 500 y el Citroën C1.

Puede llamar la atención a muchos el que pese a su tamaño tengan consumos superiores a los de otros segmentos. Esto se debe a que son vehículos con pocas ventas por lo que las marcas no inviertan como podrían en el desarrollo de modelos para este segmento, adelgazando así algunos de sus componentes para conseguir reducir esos consumos.

Y lo mismo con sus motores, que no siempre son de última generación, por lo que tienen consumos de otra época. En los últimos dos años han llegado nuevos diseños y una apuesta por el público juvenil y los adictos a la moda para aumentar sus ventas. Ya lo están consiguiendo así que a no mucho tardar deberían llegar esas primeras inversiones y mejoras de rendimiento, y poco a poco veremos cómo los modelos superan ese límite de los 3,5 litros. 

Es el principal segmento del mercado en número de unidades vendidas, y durante mucho tiempo también lo fue en producción de nuestras fábricas. Ganan en tamaño con los pequeños urbanos aunque siguen siendo una gran opción para moverse en ciudad por su tamaño contenido.

Aumenta la comodidad interior, el espacio para sistemas de seguridad y el equipamiento. En sus plazas traseras ya pueden entrar personas de un tamaño mediano y el maletero tiene una capacidad superior, aunque seguirá quedando corto para albergar todo lo que nos llevamos a unas vacaciones largas.

Como sucede en la categoría de urbanos, las primeras posiciones están copadas por motores que pueden utilizar otros carburantes más allá de la gasolina. Así, el Fiat Punto puede moverse con Metano. Mientras que el Dacia Sandero hace lo mismo con el GLP.

Nos gustaría saber cuál es el rendimiento que ofrecerían esos motores si emplease solo gasolina. Pero gracias a la ganancia que tienen al emplear combustibles alternativos son merecedores de un aplauso y les sitúan como una excelente opción de compra, aunque para ello necesitas un surtidor con estos carburantes cerca de tu casa.

Por detrás quedan tres motores diésel, que demuestran cómo estas motorizaciones consumen menos que la gasolina, aunque también son más nocivos que esta última. Y no hay que olvidar que estos vehículos están pensados para su uso principalmente en ciudad, donde el uso del diésel no es nada recomendable, y todo pese a la reducción de emisiones que han conseguido de algunos gases, por lo que lo recomendable es buscar otras motorizaciones. 

Los compactos son vehículos que cuentan con las comodidades de una berlina, o casi, pero sin los beneficios del espacio en sus plazas traseras y maletero. A partir de aquí el resto de diferencias llegan a apartados como el diseño, equipamiento o acabados, pero como su nombre indica son (berlinas) compactas. Su uso puede ser variado.

Su tamaño complica la labor de búsqueda de aparcamiento en determinadas zonas de la ciudad, pero sus cómodas y amplias plazas, así como su maletero le sitúan como una gran opción para movilizar a varias personas y para utilizarlo en viajes.

Entre los menos glotones de la tabla, llama la atención que la primera posición la ocupe el Golf GTE, o lo que es lo mismo, la versión híbrida del GTI, algo que se nota incluso en su acabado exterior. Su consumo queda en solo 1,6 litros a los 100 km, lo que denota que una gran parte de la prueba de homologación se ha realizado con su motor eléctrico, de 102 CV que ofrece una autonomía de 50 km.

Si quiere ser el GTI de los híbridos se debe al motor 1.4 TSI de 150 CV al que va asociado, muy nervioso y divertido de conducir. Por detrás queda el gran emblema de los híbridos, el Prius, y tres modelos gasóleo, que no son la opción ideal para moverse en ciudad, pero sí para hacer viajes por la comodidad de sus plazas, siempre mejor cuatro que cinco. Y su maletero que puede acoger varias maletas.