La fatal noticia del atropello mortal de una mujer por un coche autónomo en Tempe, Estados Unidos, ha avivado el debate sobre la seguridad de este tipo de vehículos, que en los últimos meses han incrementado sus pruebas entre el tráfico real, sobre todo fuera de Europa.
¿Estamos a salvo de este tipo de accidentes en las carreteras europeas? Más que en Estados Unidos o China, seguro. Desde Autocasión justifican la respuesta basándose en las grandes restricciones de circulación de los coches autónomos dentro de la UE, al mismo tiempo criticadas desde la industria. Los ensayos con circulación real se limitan a un número determinado de vías, muy seguras y con continua supervisión, lo que ha evitado tragedias como la del pasado 19 de marzo.
Los ensayos en Europa son en tramos de carretera muy concretos, a velocidad controlada y supervisados en todo momento por conductores de seguridad
Esta primera muerte causada por un coche autónomo en pruebas da la razón a las cautelas de las autoridades europeas. Por su parte, los fabricantes siguen apelando a la calma y argumentando que ninguna tecnología, por muy avanzada que sea, es infalible. Hay que recordar que el objetivo final de la entrada de los coches autónomos en el mercado es reducir la siniestralidad en las carreteras, provocada en un 90% de los casos por el factor humano.
Uno de los primeros empresarios del sector en defender la fabricación y desarrollo de estos vehículos ha sido John Krafcik, CEO de Waymo, el proyecto de Google de los coches sin conductor. “Nuestra compañía tiene mucha confianza en nuestra tecnología de auto-conducción y podría haber detectado a tiempo a E. Herzberg (la víctima de Tempe)”, afirmó durante la celebración del Congreso NADA en Las Vegas el pasado fin de semana, en declaraciones recogidas por Automotive News Europe.
“En la compañía estamos muy tristes por los sucedido en Tempe”, continúa. “Hemos acumulado más de cinco millones de millas (8 millones de kilómetros) probando estos coches sin causar accidentes”. Krafcik explicó que en Tempe fallaron inexplicablemente los sensores de detección al cruzarse de repente la ciclista en el carril, coincidiendo al mismo tiempo, al parecer, con una distracción del conductor de seguridad, según mostraron posteriormente los vídeos del siniestro.
“A pesar de esta terrible noticia”, prosiguió Krafcik, “Waymo continuará con sus planes de expansión en los Estados Unidos. Ya hemos lanzado un servicio de coches sin conductor en Phoenix y el año próximo lo expandiremos a otra ciudad”, añade.