Poco a poco, cada vez son más las empresas que se lanzan al mercado de los coches autónomos, aún en fase de desarrollo pero con un futuro importante previsiblemente. En los últimos días ha sido Uber quien ha dejado ver su modelo de vehículo sin conductor, siendo el primer de la flota de este tipo.
Nombrado Uber ATC (Advanced Technologies Center), se trata de un Ford Fusion equipado con la tecnología autónoma y con multitud de cámaras de alta resolución, radares y escáneres laser para captar todos los detalles de la navegación. Sin embargo, para garantizar la seguridad un piloto irá tras el volante, monitorizando las operaciones.
Pese a estar en los primeros días de pruebas de su sistema autónomo, si todo va según el plan previsto por Uber, podríamos ver alrededor de 100.000 vehículos de este tipo en los próximos 10-15 años. No hace mucho, NVIDIA hacía público su diseño de coche autónomo.
Y es que el objetivo de la empresa norteamericana es el de “mejorar la calidad de vida de la gente en todo el mundo”, como ellos mismos afirman. Para ello, buscarán un transporte más asequible y accesible, con menos congestión de tráfico y una reducción del número de accidentes, en los que cada año pierden la vida más de un millón de personas, y que en más del 90% se deben a un error humano.
William Peduto, alcalde de Pittsburgh, ciudad en la que se están realizando las primeras pruebas, mostró su satisfacción con la elección de su ciudad: “Estamos emocionados de que Uber haya elegido la Ciudad de Acero para explorar nuevas tecnologías que puedan mejorar la vida de las personas, a través de una mayor seguridad vial, menos congestión y ciudades más eficientes e inteligentes”.