¿En qué consiste este modelo de suscripción? El usuario se suscribe a un coche como si lo hiciera a aplicaciones como Netflix o Amazon, un servicio de renting ampliado con todo incluido. No hay cuota inicial ni cargo por finalización del contrato y la factura mensual incluye seguro, impuestos, asistencia en carretera, recogida en el hogar para reparaciones y el almacenamiento de los neumáticos de invierno.
No obstante, este incipiente servicio es más caro que la venta, rondando el 40% más en algunos casos, según los expertos. Y de momento no atrae demasiado a los conductores, como demuestra una reciente encuesta del consultor Oliver Wyman que recoge Carscoops, donde sólo el 14% de los estadounidenses estaría dispuesto a realizar una suscripción de automóvil.
Volvo espera que las suscripciones representen el 50% de su modelo de negocio en 2025, por lo que seguirá pidiendo a sus clientes que no”compren”sus coches. El fabricante sueco no es el único que ha comenzado a explotar esta línea de negocio derivada del renting. Marcas como Porsche o Ford también cuentan con servicios similares. Esta última opera en ciudades como Los Ángeles o San Francisco ofreciendo coches desde 329 dólares al mes.