Lo has visto mil veces en películas y es una técnica que ya se utiliza en los teléfonos móviles. El uso de la cara y la huella dactilar para abrir y arrancar nuestros vehículos está más cerca de lo que pensamos. Sin embargo, su uso no solo estaría encaminado aumentar la comodidad y facilidad de acceso a nuestro coche; sino, especialmente, en mejorar la seguridad.
Y es que los amigos de lo ajeno se las saben todas. Son muchas las ocasiones que hemos alertado de nuevas técnicas empleadas para copiar el código de seguridad de los mandos a distancia de llaves. O de los sistemas de arranque sin llave de algunos vehículos; de manera que nos podrían robar el coche. Sus últimos ‘avances’ han ido encaminados a entrar en nuestros vehículos a través de los sistemas informáticos que portan. Y, una vez en ellos, variar algunas de sus funciones pudiendo alterar el comportamiento de los sistemas de seguridad. Una opción que en ocasiones se consigue a través de esos mismos códigos de las llaves. Así que, la solución, pasaría por eliminar esos sistemas de apertura y sustituirlos por nuevos sistemas de desbloqueo.
Primeros estudios en marcha
Los más interesados en que estas opciones salgan adelante son los propios fabricantes y las compañías de seguros, que son los que tienen que garantizar la completa seguridad del vehículo y los que tendrían que asumir la factura en caso de accidente o mal funcionamiento del automóvil. La primera compañía que ha comenzado a desarrollar un sistema que permita esta función es Synaptics, según revela Godfrey Cheng, vicepresidente de la compañía.
El sistema tendría un uso más complicado que el que suele ver en las películas donde un tipo pone la cara delante de un escáner para que le reconozca el rostro. En esta ocasión sería un compendio de elementos en el que tendría un gran protagonismo el Smartphone. Este podría ser el encargado de hacer el reconocimiento de la cara y de la huella dactilar para abrir, y otro lector se encargaría de reconocer la huella al arrancar el coche.
Pero no todo es seguridad, también hay espacio para la comodidad. Estos lectores de huellas también reconocen los gustos y preferencia de cada persona. Dependiendo de quien se sitúe delante del volante dispondrá los asientos y las estaciones musicales memorizadas, por ejemplo.
Conexión con el teléfono móvil
Aunque este sistema de reconocimiento suene a ciencia ficción ya hay aplicaciones móviles que permiten esa conexión entre nuestro teléfono y el vehículo. Estas permiten conocer la autonomía o la batería (si este es eléctrico); posibilitan encender la calefacción y señalan el lugar en el que se encuentra el automóvil en todo momento, una función de rastreo muy útil para padres que dejan el coche a sus hijos. Incluso ofrecen la opción de limitar la velocidad máxima y la potencia.