Desde hace días no se habla de otra cosa. Y es que el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que se estudia prohibir la matriculación de coches de combustión (gasolina, diésel e híbridos) a partir de 2040 en nuestro país ha sentada como un jarro de agua fría en diversos sectores. Entre ellos, muchos ciudadanos descontentos con el anuncio; pero también en el de los fabricantes y comerciantes de automóviles.
El plan del Gobierno, que pretende seguir la estela de otros homólogos europeos, tiene muchas lagunas. Sobre todo en lo que se refiere a la implantación del coche eléctrico en España como principal elemento de movilidad. Coloquialmente se diría que se pretende comenzar la casa por el tejado; legislando a golpe de prohibición primero en vez de comenzar con la promoción de la compra de vehículos cero emisiones. Con un parquemóvil actual de 31 millones de vehículos en nuestro país, con amplia mayoría diésel y gasolina, el tiempo corre en su contra.
¿Cuántos coches eléctricos existen en España?
Que la compra de coches eléctricos necesita un empujón en nuestro país no lo decimos nosotros, lo dicen las cifras. Siendo optimistas, en España solo hay matriculados unos 30.000 coches eléctricos; un número que supone apenas un 1% de todo el parque automovilístico español. En 2016, las ventas no llegaron a las 5.000 unidades; el año pasado fueron unos 4.000; y en 2018 no se va a llegar a los 10.000. Por contra, lo que más ha crecido en nuestro país es el mercado de los híbridos: en lo que va de año se han matriculado 63.772 unidades; y estos también están llamados a desaparecer.
Según cifras facilitadas por fabricantes, vendedores y concesionarios (Anfac, Ganvam y Faconauto), este 2018 llevamos matriculados solo 9.980 vehículos de este tipo. Un número más que insuficiente si el Gobierno pretende transformar completamente el parque automovilístico en tan poco tiempo. Para conseguir cumplir con los objetivos propuestos, habría que matricular vehículos eléctricos a un ritmo de aproximadamente 750.000 unidades al año de aquí a 2040. Actualmente, se plantea (casi) como una quimera.
Falta de apoyo de la Administración
El primero de ellos, sin duda, es la falta de ayudas por parte de la Adminsitración. Según Anfac, en los últimos cinco años solo se han otorgado 74,5 millones de euros de apoyo al vehículo alternativo; una cifra irrisoria comparada con países como Alemania, Reino Unido o Francia. Por ejemplo, en el país germano ya hay planes para invertir hasta 1.000 millones de euros en ayudas de renovación; mientras, los británicos preveen destinar 1.500 millones de libras al mismo caso.
Pero el tema de las ayudas a la renovación no es lo único en lo que patina España. Muy pocos saben que, a la hora de elegir entre un vehículo de combustión o uno eléctrico, se pagan muchos más impuesto en el caso de estos últimos. Tal y como señalan en El Confidencial, nos damos cuenta de ello al comparar el IVA que paga un Hyundai Kona de gasolina frente al mismo modelo eléctrico; la cifra resultante supone más del doble de impuestos. El IVA para los turismos nuevos oscila entre el 21% general hasta el 35,75% en España; a pesar que desde Europa se ha pedido que se aplique el tramo superreducido a los automóviles eléctricos, aún no se ha anunciado ninguna medida.
La recarga del coche eléctrico, otro punto débil
El segundo de los problemas que se presentan en nuestro país sobre la materia es la falta de puntos de recarga para coches eléctricos. En Electromaps aparecen registrados solo 3.800 lugares para ello. Iberdrola trabaja para ampliar su red a 25.000 para 2021; mientras Endesa, Repsol, Cepsa o Tesla, con sus supercargadores, siguen ampliando su red. Pero apenas son suficiencientes para afrontar la demanda actual; por lo que la cosa se complica viendo la que desde la Administración se prevee tener en unos años.
Derivado de este, se plantea otra cuestión: ¿dónde podrán cargar los ciudadanos a diario sus coches eléctricos? Debemos pensar que, en general, la mayoría de vehículos de nuestro país “duerme” en la calle, sin posibilidad alguna de ser enchufados a la corriente para recargar su batería durante la noche. Aparte, tal y como sostienen desde diversos puntos del sector energético, un aumento de la demanda de electricidad también conllevará un aumento de la contaminación en España. Sí, el coche eléctrico también contamina.
¿En peligro puestos de trabajo?
Tras el anuncio de la medida, la organización de fabricantes de automóviles ha desvelado un problema que se plantea: la gran cantidad de puestos de trabajo que están en peligro en España. Ahora mismo, el sector da empleo a 100.000 personas de forma directa según Anfac, y a 200.000 de forma indirecta; el 9% de la población activa. Para Sernauto, la patronal del sector, la iniciativa “podría destruir una industria muy relevante en nuestro país; poniendo en peligro miles de empleos y la atracción de inversiones extranjeras”. También desde el sindicato UGT se han pronunciado en contra.
Así, rodeado de polémica, ha sido recibido en España el primer borrador de la futura Ley de Cambio Climático elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica. Tras el revuelo generado, no extraña que Raúl Blanco, Secretario General de Industria y Pyme, haya indicado que se trata de un documento de trabajo que se podrá modificar durante su tramitación.