Las ciudades más grandes de nuestro país han tomado ya medidas para disminuir los niveles de contaminación que sufren sus habitantes. Tras el pionero protocolo anticontaminación de Madrid, Barcelona ha sido la siguiente en sumarse a las medidas anticontaminación con su propio protocolo.
El problema básico reside en la gran escasez de lluvias que sufre España desde hace dos años, junto a la temporada de encendido de calefacciones y la circulación de cada vez más vehículos, lo que están llevando al límite los niveles de polución de algunas de nuestras urbes.
No es casualidad que estas dos metrópolis hayan sido las primeras en actuar, ya que, según Autopista.es, la mayoría de los vehículos más contaminantes en España, 16.398.768 coches en concreto, se sitúa en Madrid, Barcelona y Valencia.
Estos 16,3 millones de automóviles, que suponen un 47 % del parque automovilístico patrio, no son otros que aquellos que no cuentan con el distintivo otorgado por la Dirección General de Tráfico, las conocidas como etiquetas de la DGT. Son los turismos y furgonetas ligeras de gasolina de antes del año 2000 y los diésel anteriores al año 2006, además de los vehículos de más de 8 plazas y pesados (de gasóleo y gasolina) de antes de 2005.
Según los datos de Autopista.es, Madrid es la ciudad con mayor número de modelos de este tipo, con 1,7 millones de coches, seguida de Barcelona con 1,6 millones y de Valencia con 854.000. Por detrás se sitúan Alicante con 650.000 y Sevilla con 619.000 coches más contaminantes.
Sin embargo, porcentualmente no son las poblaciones con mayor número de coches más contaminantes, ya que otros lugares como Huesca (53 %), La Coruña (50 %), Guadalajara (50 %), La Rioja (49 %) o Tarragona (48 %) son las provincias con mayor porcentaje de este tipo de vehículos.
En el otro lado de la balanza encontramos que únicamente el 0,58 % del parque móvil español corresponde a los modelos Cero emisiones y ECO, 30.446 y 174.563 respectivamente). En este caso, las ciudades con mayor número de vehículos menos contaminantes son Madrid (9.516), Barcelona (7.253), Cádiz (1.530), Baleares (1.142) y Valencia (929).
El resto del porcentaje del parque de vehículos se reparte entre la etiqueta B, que suponen el 32,4 % del total con 11.312.914 unidades, y la etiqueta C, que se sitúa en el 19,9 % gracias a los 6.975.788 coches.
No creas que España es la única que está tomando medidas contra la circulación de vehículos. Sin ir más lejos, París prohibirá la entrada de vehículos de combustión interna en 2030. Concretamente, los vehículos diésel no podrán entrar en la capital francesa a partir de 2024, mientras que los gasolina se prohibirán seis años más tarde, en 2030.
La Ciudad de la Luz se ha unido a la lista de núcleos urbanos que han adoptado este tipo de medidas, lo mismo que ocurre en Escocia o Reino Unido, donde será ilegal vender coches de combustión a partir de 2040. También el estado de California (Estados Unidos) está desarrollando una nueva ley que podría prohibir la entrada de vehículos que generen emisiones contaminantes para el mismo año, 2040, según una información recogida por Autonews.
A estas limitaciones se han sumado también los fabricantes de coches. Algunos como Volvo han anunciado el cese de producción de modelos con motor de combustión para el año 2019, Land Rover llevará a cabo la misma operación en 2020 y otros han anunciado que tendrán una amplia gama de híbridos y eléctricos próximamente.
El problema de la polución es especialmente grave en Estados Unidos, ya que Carscoops recoge que el transporte de vehículos se ha convertido en la primera fuente de emisiones de CO2 del país norteamericano, ligeramente por delante de las fábricas, gracias a la utilización de combustibles alternativos como el gas natural o la energía solar.
A pesar de estas cifras, la Administración de Información de Energía estadounidense afirma que desde el año 2000 el país americano ha experimentado el tramo “más plano” de contaminación relacionada con el transporte registrada en los últimos tiempos.
