Las ciudades del futuro, un tema recurrente en el que cada vez más administraciones y empresas se están volcando. Algunos eventos, como alertas por alta contaminación, están cambiando la realidad futura, y Ford es una de las primeras en mostrar cómo serán. Seguirán existiendo los coches, y estaremos todos conectados.
Una de las grandes problemáticas en los núcleos urbanos actuales es, parece, el coche. Concretamente el transporte privado. Precisamente, partiendo de esta base, Ford modela una ciudad del futuro en la que no desaparecen los coches.
Ejemplos como el de Madrid, que quiere acabar con la circulación en la almendra central en pocos años, no son los que Ford prevé. Al contrario, la circulación seguirá existiendo, pero será más limpia, sostenible e inteligente que nunca.
El vehículo autónomo es una realidad cada vez más palpable. Tanto es así que algún fabricante ya se ha aventurado a adelantar el lanzamiento de su coche completamente autónomo en el horizonte 2020.
El gran problema es que para la plena implantación del coche autónomo es imprescindible la interacción con los agentes externos, como el resto de usuarios o los peatones. Para ello la conexión entre entes forma parte del núcleo de la idea de ciudad del futuro que pinta Ford.
No harán falta semáforos y, apurando, tampoco pasos de peatones, pues la simple conexión entre humanos y vehículos agilizará el tráfico hasta el punto de no ser necesario parar. El vídeo explicativo demuestra que es posible.
Sí apunta Ford hacia la idea de una menor cantidad de coches en el futuro, algo que se verá resuelto gracias a los coches compartidos, que serán mayoría. Evidentemente, los servicios tendrán mayor alcance y se potenciarán los servicios de transporte público.
Por su parte, harán falta menos aparcamientos, pues habrá menos coches que los demanden. La práctica totalidad de coches del futuro implementará la tecnología eléctrica, lo que da paso a nuevos cargadores inalámbricos. Los coches autónomos serán capaces de cargarse solos cuando así lo necesiten.
Resulta interesante que Ford haya propuesto una idea de futuro en la que la ciudad está al servicio del ciudadano. Menos coches significa menos aparcamientos, y menos aparcamientos significa más espacio para zonas verdes o grandes paseos para los peatones.
Esto se traduce en una mejor calidad de vida, no solo por no tener que abusar del coche privado, sino también por disponer de mayores espacios verdes que promueven un aire más limpio. Los coches eléctricos, a su vez, evitarán la alta contaminación en núcleos urbanos.