Las cifras están ahí. Responden a un estudio elaborado por la OCDE y ha sido difundido por la DGT. Montar en moto es más peligroso que conducir un coche. Y tiene una mayor siniestralidad. Pero, ¿cuánto? Las estadísticas son demoledoras: existe un riesgo 17 veces superior de fallecer si sufres un accidente en moto a si lo haces en turismo.
Además, en ciudad es 32 veces más arriesgado montar en moto que conducir un coche, 4 veces más peligroso que montar en bici, 3 veces más peligroso que hacerlo a circular a pie y 450 veces que desplazarse en autobús.
Esto, traducido a cifras reales, muestra que en 2019 perdieron la vida 417 motoristas, el 24% del total de fallecidos, lo que supuso un aumento de 58 personas más que en 2018. Además, desde la DGT alertan que es el colectivo que menos ha reducido el número de víctimas en la última década, solo un 5% mientras que los viajeros de turismo lo lograron un 49% y los de autobús un 88%. A esto suma que es el medio de locomoción que más ha crecido en la última década, un 38%, mientras que los autobuses lo han hecho un 4% y los turismos un 12%.
Es por esto que la DGT ha puesto en marcha nuevas señales para indicar a los motoristas los tramos de carreteras convencionales más peligrosas, desde este año están obligados a utilizar guantes como equipamiento de seguridad y ha puesto en marcha una campaña de concienciación para el uso de ropa con airbag.
Escasez de elementos de seguridad en las motocicletas
En caso de accidente, los motociclistas, como el resto de personas que se ven involucrados en un siniestro, están sujetos a fuertes aceleraciones y desaceleraciones, con la diferencia de que en su caso no cuentan con elementos de seguridad que les protejan. Las motocicletas no presentan superficies de absorción de impacto. El golpe se lo lleva el motorista.
A esto suman, que pierden la estabilidad con mucha más facilitad. No hace falta que se produzca un impacto. A veces con solo ante un giro de otro vehículo o un movimiento en falso del motorista, el piloto puede terminar en el suelo, deslizándose sobre el asfalto, golpeándose contra algún elemento situado junto a la carretera o tendido sobre la asfalto con el peligro añadido de que sea atropellado.
Es por eso por lo que desde la DGT continuamente están promoviendo campañas para la prevención de riesgos a lo que añaden la persecución de las infracciones más peligrosas de las motocicletas.
‘Conducción en flow’ de la motocicleta
Desde la DGT se hacen eco también de un informe de la compañía Dekra sobre Seguridad vial en vehículos de dos ruedas, realizado el pasado año, por el que han descubierto que los motociclistas tienen un comportamiento que han denominado ‘conducción en flow’.
Esto significa que el motorista al ponerse tras el manillar varía su forma de conducir, si este se compara con cómo lo haría en otro tipo de vehículo. Según indica en su estudio, este adquiere un “estilo de conducción más arriesgado y más rápido de lo que sería adecuado”. Por ello, apunta a que su manera de manejar el vehículo es más arriesgada, con una velocidad más alta y que solo deja de actuar así cuando se encuentra con una sorpresa o sufre un miedo repentino.
Desde la Asociación Mutua Motera, Juan Manuel Reyes, presidente de dicha entidad, señala que falta pericia en los moteros. Indica que esta se va adquiriendo con la experiencia, pero que en este punto “falta el consejo o asesoramiento adecuado”. Y, mediante estas declaraciones no pretende culpar a los motoristas de los accidentes. Solo entiende, que “se podrían evitar hasta el 90% de estos”.