Los deportivos americanos siempre han sido famosos por sus poderosos motores V8 (tenemos al excepción del Dodge Viper con un V10 fruto de la colaboración con Lamborghini) pero con un nivel dinámico inferior al de los deportivos europeos. Progresivamente esta brecha se ha ido cerrando. Ahora, el nuevo Chevrolet Corvette quiere cerrarla por completo poniendo su motor en posición central.
Esta es la primera vez que Chevrolet ofrece su buque insignia con el motor situado tras sus ocupantes, como lo lleva el Audi R8, los Lamborghini o los Ferrari 488… Desde 1953 el Chevrolet Corvette utilizada una forma semejante de crear el modelo, siempre con el motor alojado en un larguísimo morro y tracción trasera.
Esta es su octava generación para la que el motor V8 ha cambiado de posición llevándolo detrás de los ocupantes y por delante del eje trasero.
El motor del Chevrolet Corvette es completamente nuevo, se ha desarrollado para ofrecer mejores cifras de rendimiento y eficiencia. En su versión básica, correspondiente con el nombre histórico de Chevrolet Stingray, desarrolla 495 CV de potencia.
Esto en asociación con una caja de cambios de doble embrague con ocho relaciones realizada por el especialista Tremec y un diferencial autoblocante controlado electrónicamente, hacen que acelere de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos.
Este nuevo propulsor no tiene nada que ver con el equipado por el Chevrolet Corvette C7, igual que la posición del propulsor. Desde General Motors, matriz de Chevrolet, nunca se ha visto con malos ojos la idea de mover el motor a su alojamiento actual, pero nunca se habían atrevido a lanzarlo al mercado.
Este nuevo modelo se completará en un futuro con nuevas versiones más potentes. Posiblemente más de una llegará sobrealimentada, incluso puede que hagan uso del propulsor “Blackwing” V8 biturbo en paralelo de Cadillac, que será ensamblado en las misma factoría en las que se produce el Chavrolet Corvette, en Bowling Green.
Podremos ver versiones semejantes a la ZR1 o Z06 del modelo anterior, con cajas de cambio manuales y mucha potencia emanando de propulsores V8. Eso sí hasta ahora sólo se han utilizado compresores volumétricos para sobrealimentar los motores del Chevrolet Corvette, los turbos serían otra novedad.
Esta nueva generación de Chevrolet Corvette crece en 137 milímetros hasta alcanzar los 4,630 mm de longitud, con una batalla de 2.723 mm, y también ve incrementada su anchura en 56 milímetros, hasta situarse en los 1.933 mm.
Estas dimensiones vienen dadas por el diseño, pero también por la funcionalidad y la nueva arquitectura del modelo con el motor central. Otro aspecto en el que han trabajado ha sido el del ahorro de peso, con hasta 166 kilogramos menos que su predecesor, aunque todavía no se puede decir que sea un peso pluma con 1.527 kilogramos en su haber.
En cuando a su sistema de suspensiones, utiliza esquemas multibrazo en ambos ejes, abandona, por tanto, los ballestones como elemento elástico. Además, estrena una nueva generación de amortiguadores magnetoreológicos Magnetic Ride, que controlan su dureza a través de los cambios en la viscosidad de su fluido hidráulico controlado por campos electromagnéticos.
Ahora su dureza se controla en tiempo real. Además, se han incorporado seis modos de conducción Weather, Tour, Sport, Track, MyMode (con el que es posible realizar ajustes individuales) y Z Mode (una referencia al que se considera padre del Chevrolet Corvette Zora Arkus-Duntov y el más extremo).
En el apartado del diseño, la nueva generación del Chevrolet Corvette no puede negar su familiaridad con sus predecesores, especialmente en la zaga y en el morro. Al mismo tiempo nos recuerda a deportivos europeos como los Ferrari 488 o los McLaren, también tiene cierto toque Lamborghini con líneas duras. Por ejemplo, la luneta trasera permite que se vea el motor V8.
En la parte trasera se mantienen los pilotos divididos en cuatro secciones, dos a cada lado, que también recuerdan al Chevrolet Camaro. Pero prescinde de las salidas de escape centrales, añadiendo dos dobles salidas cuadradas en los laterales de un difusor limpio de grandes dimensiones. El frontal nos recuerda al Chevrolet Corvette que se despide pero con unas formas más horizontales, casi familiares con el Lamborghini Urus y su capó, en el que destacan siete líneas de estilo que lo moldean.
El diseño del habitáculo del nuevo Chevrolet Corvette destaca por la diferenciación de espacios. Con un panel divisor en el que se sitúan diferentes controles y todos los mandos orientados hacia el conductor. El pasajero parece ser un mero acompañantes de la experiencia.
En él se han utilizado materiales como la piel o la Alcantara. También se ha sumado a la instrumentación digital con una pantalla multifunción tras un volante de sólo dos radios. En la consola central se sitúan los mandos del sistema multimedia y una pantalla claramente orientada hacia el conductor en las que se muestran los diferentes menús.
En el diseño del Chevrolet Corvette, y una de las características más interesantes, es la posibilidad de desmontar parte del techo. La octava generación del icono americano mantiene el techo targa. Al mismo tiempo se ha pensado para ser utilizable, incorporando dos espacios de carga en los laterales del vehículo. Otro elemento que se integra en la carrocería es el alerón, con hasta 181 kg de carga aerodinámica, combinado con un splitter delantero.
Por el momento no existen homologaciones oficiales sobre consumos y llegará al mercado a finales de años. Aún sin confirmar, se puede hablar de un precio que rondará los 60.000 euros. Algo que incrementará la factura y las sensaciones deportivas del modelo es el pack opcional Z51 con el que se incorporan unos neumáticos Michelin Pilot Sport 4S en lugar de los Michelin Pilot Sport All Season.
TIPO DE MOTOR | Gasolina V8 Atmosférico |
CILINDRADA | 6,2 litros |
POTENCIA | 495 CV a 6,450 rpm |
PAR MÁXIMO | 637 Nm a 5.150 rpm |
V. MÁXIMA | 305 km/h |
ACELERACIÓN | 2,8 s (0 a 100 km/h) |
NEUMÁTICOS | 275/55 R19 W |
PESO EN VACÍO | 1.527 kg |
GAMA DESDE | 60.000 € |
LANZAMIENTO | Diciembre de 2019 |