Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) de Cataluña llevan meses manifestándose en contra de las detenciones de los políticos del procés. Pero, tras la detención de Carles Puigdemont en Alemania, todo se ha intensificado. Según El Confidencial, en la tarde de ayer los manifestantes se organizaron para sabotear los peajes de la AP-7 en plena operación retorno de Semana Santa y así evitar que los conductores pagasen por pasar.
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Fue una protesta que comenzó a las cuatro de la tarde en el peaje de La Roca del Vallés (Barcelona) y termino en torno a las 19:00 horas de este mismo día. Decenas de manifestantes desmontaron las barreras que impiden el paso de los vehículos sin previo pago y taparon las cámaras que graban las matrículas de los coches. En su mayoría, los independentistas se vistieron con chalecos reflectantes y elaboraron una serie de pancartas, carteles y panfletos con mensajes de protesta, que también compartieron con los conductores de los vehículos que pasaban por allí.
“Bienvenidos a la República”, “O República o afectamos a la economía, huelga general“, eran algunos de los mensajes que incluían en sus textos. Además, cabe destacar que los manifestantes se esfuerzan por defender su método de protesta, ya que lo consideran la única vía válida para luchar contra la “situación de injusticia” que ha impuesto el Estado español. Es más, aseguraban que “la desobediencia colectiva” era la “única solución posible” para luchar contra las medidas del Gobierno.
Aunque los CDR comenzaron actuando en el peaje de La Roca de Vallés, a lo largo de la tarde otros grupos levantaron las barreras de los peajes de L’hospitalet de l’Infant (Tarragona) y de El Vendrell (Tarragona), en la AP-7, así como el de la C-16, situado a la altura de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona).
Del mismo modo, como recogen en ABC, otro grupo de personas a favor de la independencia paralizó la circulación en la C-13, a la altura de Térmens (Lérida), para llevar a cabo una “procesión” con cruces amarillas, un paso de Semana Santa y una urna que simbolizaba la votación ilegal del 1-O. No obstante, en este caso solo cortaron el tráfico durante 20 minutos, aproximadamente.