La Generalitat de Cataluña ha sido la primera Comunidad Autónoma que ha entrado en la guerra existente entre los taxistas y los propietarios de licencias VTC. Prevé presentar en los próximos días dos decretos que regularán la actividad de estas licencias con algunos puntos que, según señalan fuentes de este sector, les llevaría a la desaparición.
Según la información a la que ha tenido acceso ElConfidencial, uno de los puntos que se incluirán en esta normativa es la contratación del servicio con varias horas de antelación (el número de horas está por decidir) algo que acabaría con un importante porcentaje de su actividad.
Ahora solo falta por conocer la reacción de los propietarios de licencias VTC. Y ya hay quien señala al Barcelona Mobile World Congress como el momento de manifestarse.
Un problema que viene de lejos
Esta guerra viene de lejos. No es nueva. Y tuvo su momento de mayor visibilidad el pasado verano cuando grupos de taxistas cortaron el Paseo de la Castellana de Madrid, la Avenida Diagonal de Barcelona y los accesos a estaciones de tren y aeropuertos de varias ciudades españolas. Tras varias reuniones y disputas varias, el ministerio de Fomento, José Luís Ábalos dio la razón a los taxistas. Y cumplió con una de sus peticiones. Pasaba las competencias regulatorias en la materia a las Comunidades Autónomas.
Los gobiernos de algunas regiones están esperando a que aquella patata caliente se enfríe. Sin embargo, ninguno de los dos bandos se ha detenido en sus proclamas. Y la Generalitat ha sido la primera región en actuar. Y regular. En los próximos días pretende presentar dos nuevos decretos que modificarán la ley catalana en estos aspectos. El primero regulará su actuación en cada uno de los municipios de la comunidad. El segundo lo hará en el AMB, el Área Metropolitana de Barcelona.
Nueva normativa
El punto más polémico para los propietarios de las licencias VTC, según indica la misma información, es el de que habrá que contratar los servicios con varias horas de antelación. El primer borrador señala que serían 6 horas de antelación, aunque el margen podría ser de 12 horas. A esto suma que los propietarios de estas licencias deberán comunicar en todo momento su actividad y el posicionamiento de sus vehículos, así como las aplicaciones que utilizan.
Además, tendrán que comunicar en todo momento el origen de sus tarifas que podrían ser fijas. En la actualidad, estas compañías utilizan un algoritmo que valora el número de vehículos que haya en una zona concreta, el número de peticiones de servicios en esta franja horaria y otras variables.
Las últimas premisas en las que trabajan son la inclusión de cuotas de seguridad, contratación e impacto medioambiental, por lo que les podrían obligar a emplear vehículos con tarjeta ECO o Cero de la DGT.