La revista alemana Spiegel ha publicado en su última edición un demoledor artículo en el que afirma que los principales fabricantes alemanes de vehículos (Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Mercedes-Benz) habrían creado grupos de trabajo secretos en los años 90 .
Estos grupos habrían acordado cuestiones como costes, técnica o la limpieza de las emisiones de gases en los vehículos diésel, lo que habría podido sentar las bases del posterior escándalo denominado como Diéselgate de fraude de las emisiones de NOx.
En su artículo, el semanario alemán citaría una carta tanto de Daimler (propietario de Mercedes-Benz) como de Volkswagen, dirigida a las autoridades alemanas, en la que informarían sobre el asunto con el fin de reducir una posible multa por sus actividades.
BMW
La firma bávara ha sido la única en desmarcarse de estas informaciones aparecidas en Alemania con un comunicado en el que afirma que sus vehículos no han sido manipulados “como los de otros” y cumplen con todos los requerimientos legales, “incluidos los modelos diésel”.
Además, comentan que la confirmación de este hecho está probado por los resultados de investigaciones “oficiales” llevadas a cabo “tanto a nivel nacional como a nivel internacional”.
También han querido desmentir la acusación de que los tanques de AdBlue de sus vehículos son demasiado pequeños. Afirman que la tecnología que emplean, Tecnología SCR junto a un catalizador de NOx y un sistema de recirculación de gases, les permite que la inyección de urea necesaria sea menor a la de otros fabricantes.
Por otro lado, el comunicado de la firma de Múnich termina con el anuncio de una actualización del software de sus propulsores diésel Euro 5 para realizar “mejoras en las emisiones” gracias al “conocimiento adquirido en el campo en los últimos años”.
Audi
La marca radicada en Ingolstadt lanzó un comunicado el pasado viernes 21 de julio, el mismo día que aparecía el reportaje de Spiegel, en el que anunciaba un nuevo software sin coste para los clientes con vehículos con bloques diésel V6 y V8 Euro 5 y Euro 6.
El objetivo del software es “mejorar las emisiones en condiciones reales de conducción” de los motores citados, que también afectan tanto a los modelos Porsche como a los modelos Volkswagen que utilizan esas motorizaciones.
Según la marca, esta actualización se realizaría en colaboración con la KBA, la autoridad federal de transporte en Alemania, y afectaría a unos 850.000 vehículos.
Daimler
Por su parte, el Grupo Daimler, al que pertenece Mercedes-Benz, no ha realizado declaraciones tras la publicación de Spiegel, sin embargo, lanzó un comunicado apenas unos días antes del lanzamiento de la revista donde se comprometía a realizar modificaciones en los motores diésel de sus clientes “sin coste alguno” para mejorar el nivel de emisiones de NOx.
Una acción que dice llevar a cabo desde el pasado marzo con sus vehículos compactos, de los que ya ha actualizado un 45 % aproximadamente. En total, la marca estima que el software se implementará en más de 3 millones de vehículos.
Además, la matriz de Mercedes-Benz añadió en el mismo comunicado el “rápido lanzamiento” de una familia de motores diésel “completamente nueva” que ya ha sido testada y aprobada “por institutos independientes”. Tras la salida al mercado del motor 4 cilindros OM 654 del Clase E 2016, la marca prevé que “el lanzamiento para toda la gama” sea introducido “rápidamente”.
Por el momento, tanto Volkswagen como Porsche, al igual que Audi o Mercedes-Benz/Daimler, guardan silencio y no se han pronunciado sobre el asunto.