Las carreteras españolas están en mal estado, eso es un hecho. Mario Arnaldo, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, ha pedido que se inviertan 1.800 euros al año en la conservación de las carreteras durante su intervención en una mesa redonda de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El presupuesto para esto nunca ha llegado al 1,2 % del Producto Interior Bruto (PIB), que es lo que esta organización considera necesario para que las carreteras de nuestro país estén en buen estado.
La inversión pública en infraestructuras tiene que incrementarse si se quieren reducir los accidentes, ya que las carreteras en mal estado disminuyen la seguridad vial. Por tanto, invertir en tener el asfalto en condiciones, en reforzar las señales de tráfico y en la colocación de elementos de seguridad significa, a corto plazo, salvar vidas.
Se necesitan cambios urgentes
Esta intervención coincide con el anuncio el pasado lunes de la previsión de aumentar la inversión pública en infraestructuras en los próximos años si se dan las condiciones específicas para ello. Julio Gómez-Pomar, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento, declaró que se produciría ese incremento en la inversión si durante los próximos años el PIB crece un 3 % y el déficit público se reduce a una cifra inferior al 3 %.
Según los datos recogidos por Automovilistas Europeos Asociados, han aumentado las quejas de los conductores, especialmente las relacionadas con el mal estado de las carreteras. Y el mal estado de las carreteras no solo influye en el aumento de las quejas, sino que incrementa la peligrosidad de las carreteras.
Arnaldo también ha recalcado la necesidad por parte del Gobierno de analizar de forma detallada los datos sobre la accidentalidad. En este mismo encuentro, la patronal de constructoras y concesionarias Seopan y la Asociación Española de la Carretera (AEC) han presentado su “Informe sobre la Seguridad Vial en carreteras convencionales: un reto prioritario al 2020”, en el que se propone invertir 730 millones de euros si se quieren evitar 23 muertes y unos 70 heridos en las carreteras convencionales a lo largo de los próximos tres años.
