El 23 % de los fallecidos en 2018 en accidente de tráfico que viajaban en un coche o furgoneta no llevaba el cinturón de seguridad y, al menos, la mitad habrían sobrevivido de haberlo llevado. Hablamos de 185 fallecidos y de 92 que se podrían haber salvado, según la DGT. Es por esto que Tráfico ha iniciado esta semana una campaña especial para el control del uso del cinturón de seguridad.
A esta sumará otra campaña por la que revisará los sistemas de retención infantil, más conocidos como sillitas. Se comprobará si se usan, si están bien instaladas y si cumplen con la pertinente homologación para la edad y peso de los niños. La campaña durará desde hoy 9 de marzo al próximo domingo 15 de marzo.
A pesar de que los vehículos nuevos cuentan con avisadores de que alguno de los ocupantes de las plazas delanteras no se ha puesto el cinturón de seguridad, esto sistemas y alertas no son tan habituales con los ocupantes de las plazas traseras. La DGT recuerda que es obligatorio su uso en cada una de las plazas ocupadas del vehículo independientemente del recorrido o duración del viaje.
Además recuerdan que el 23 % de los fallecidos en 2018 no utilizaba el cinturón de seguridad sino que el 10 % de los heridos en vías urbanas y el 19 % en las interurbanas tampoco lo llevaban puesto.
Ante esto cabe recordar que el no uso del cinturón de seguridad conlleva una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir y que esta multa se impondrá igualmente a los pasajeros, aunque sin retirada de puntos; una sanción de la que serán ellos responsables y no el conductor. De hecho, la no utilización del carné de conducir es la segunda multa más habitual con un 11 % del total.
Todos los niños que midan menos de 135 centímetros están obligados a utilizar un Sistema de Retención Infantil, o sitilla. Según diversos estudios, no llevar convenientemente sujetos a los niños multiplica por 5 las posibilidades de sufrir lesiones mortales y que nueve de cada diez casos se habrían evitado si se hubieran utilizado las sillitas convenientes para el tamaño y peso de los niños.
Tráfico recuerda que los principales problemas que sufren los pequeños de menos de dos años en un accidente están en el cuello por el peso de la cabeza (hasta un 30 % del peso del cuerpo) y la columna vertebral, por su fragilidad. Los niños de entre 2 y 4 años donde más sufren es en la cabeza debido a que las vértebras no son suficientemente fuertes para soportarlas desaceleraciones bruscas.
Y, los niños de entre 4 y 10 años, concentran sus problemas en el abdomen al tener un mayor riesgo de sufrir hemorragia interna o lesiones abdominales. Además, sus órganos no están suficientemente fijados y los huesos de la pelvis aún son demasiado frágiles.