El Plan MOVES de ayudas a la compra para coches eléctricos ha recibido menos solicitudes de las previstas desde que se puso en vigor el pasado mes de febrero. La razón principal que apuntan desde las principales asociaciones de fabricantes, y que recoge Cinco Días, es el requisito de dar de baja un vehículo con más de diez años de antigüedad para acceder a la ayuda.
El diario económico apunta que en muchas regiones, como Andalucía, con la mayor partida de presupuesto del plan (más de 8 millones de euros) sólo ha recibido solicitudes por el 15% del presupuesto, aunque las activó tarde (19 de junio). Otras como la Comunidad de Madrid tampoco han recibido las peticiones que esperaban, gestionando sólo un 32,58% de la asignación del Estado. La Comunidad Valenciana por su parte, sólo ha gastado una quinta parte del presupuesto.
La obligación de achatarrar un vehículo de más de 10 años de antigüedad afecta especialmente a pequeñas y medianas empresas. Según Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, en declaraciones al mismo diario, “las empresas no suelen contar con vehículos tan antiguos en sus flotas”, por lo que el requisito frena a uno de los principales interesados en renovar coches.
Misma situación sufre el sector del renting, uno de los que está dando más dinamismo a la renovación del parque móvil y que se queda fuera de las ayudas por esta condición. En este sentido, asociaciones que promueven la compra de vehículos eléctricos, como Aedive, proponen que se considere el achatarramiento del vehículo como una opción que dé valor añadido al propietario, no como una obligación.
Otra de las razones que puede haber influido en la desigual acogida de este plan nacional de ayudas a coches eléctricos es la gestión del presupuesto por comunidades autónomas. En Cataluña y Valencia, por ejemplo, se puso en marcha en mayo, mientras que en Galicia o Andalucía se inició a mediados de junio.
Además, hay comunidades que casi han agotado todo el presupuesto asignado, como Cataluña o Castilla y León, dificultando a los usuarios la solicitud de ayudas, que sólo están limitadas a la comunidad autónoma en la que residen. Así, ayudas que en el pasado se agotaban en pocas semanas ahora están estancadas, y distribuidas de forma desigual.
El Plan MOVES se aprobó el pasado 15 de febrero y se puso en marcha bajo las críticas de vendedores y fabricantes. Consideran que su presupuesto de 45 millones es muy limitado, sobre todo si lo que quiere el Gobierno es renovar el parque móvil del país (uno de los más antiguos de Europa) con vehículos de bajas emisiones.
También criticaron el escaso número de vehículos al que está acotado: eléctricos puros, híbridos enchufables, eléctricos de autonomía extendida o de pila de combustible. Quedan fuera del plan, por tanto, los coches de etiqueta ECO, como híbridos, GNC y GLP. Por otro lado, es la primera vez que un plan nacional de ayudas para coches está gestionado directamente por las comunidades autónomas.