Nunca nos gusta hablar del final de producción de un coche y mucho menos si ese automóvil garantiza máxima diversión en la conducción desde el primer kilómetro. Después de 115.000 unidades fabricadas en Alemania, la segunda generación del BMW Z4 llega a su fin. Lamentablemente, no solo supone la despedida a una entrega concreta, sino también a un modelo, aunque, por fortuna, parece que tendrá un sustituto de primer nivel en un par de años.
Volviendo al vehículo recién desaparecido, su última unidad fue un sDrive35is, con un motor de gasolina turboalimentado de 3,0 litros y 6 cilindros en línea, que desarrolla 340 CV. La carrocería estaba pintada con el color “Valencia Orange Metallic“. Con él, queda atrás una historia de siete años, si solo tenemos en cuenta la segunda generación del biplaza alemán.
Los rumores indican que esta variante ecológica supondría la tope de gama del nuevo “roadster” y no una “M“. Veremos si este extremo se confirma, algo que, de hacerlo, seguro generaría una fuerte controversia. De hecho, tiene mucho más sentido un Z5 M que un X5 M o un X6 M, versiones que sí se producen en la actualidad.
Una vez que el coche se lance, habrá que conocer si la gama se podría ampliar con una carrocería cerrada, tal y como está estructurada la gama del Audi TT. De momento, nos quedamos con un grato recuerdo del Z4 y deseamos que los afortunados dueños de uno lo cuiden y lo disfruten al máximo.