Es el modelo que mejor sabe englobar el lujo con la deportividad dentro de la firma alemana. Ahora se actualiza para seguir vigente. Estos son los principales cambios del Serie 8 2022.
Resulta sorprendente pensar que han pasado ya cuatro años desde que BMW resucitara su Serie 8. Una familia que engloba tanto el lujo y la exclusividad como la deportividad. Cualidades que ahora se ven actualizadas con esta renovación de mitad de vida comercial que será visible a partir de marzo en todas las carrocerías disponibles. Sí, en este caso la firma bávara no ha querido ir lanzando una tras otra sino que las tres variantes que dan forma a la gama del Serie 8: Coupé, Cabrio y Gran Coupé, tendrán ya sus cambios.
Estos se centran principalmente en el frontal donde la parrilla de los característicos riñones cambia su forma para tener un tramado en forma de U sumando además una función de retroiluminación denominada Iconic Glow. Del mismo modo, el paquete M Sport pasa a convertirse en el nivel de serie de toda la gama, incluyendo frenos M Sport, llantas de 19 pulgadas (de 20 para los motores V8), paragolpes más deportivos… La guinda la ponen los nuevos tonos que surgen para la carrocería, como son el Skyscraper Grey metalizado, el San Remo Green metalizado, el Portimao Blue metalizado y el espectacular BMW Individual Frozen Tanzanite Blue metalizado. Por último, gracia al 50 aniversario de BMW M, puede lucir un logotipo especial en el frontal.
De puertas para dentro los cambios son mucho más livianos y aunque el equipamiento de serie se ha incrementado gracias a la adopción de ese paquete M Sport, con elementos como el volante de cuero, los asientos multifunción con ajuste eléctrico, apoyo lumbar y tapizado en cuero Merino, el clima automático de cuatro zonas (para el Gran Coupé) o el Head-up Display entre otros, lo más representativo es la llegada de un nuevo monitor central de 12,3 pulgadas más grande e intuitivo que el anterior de 10,25.
Donde no hay variación alguna es en su gama mecánica, compartida por las tres carrocerías. El nivel de acceso sigue correspondiendo para el840i con el seis cilindros en línea de 3,0 litros que declara 333 CV y 500 Nm, pudiendo escogerse igualmente con tracción total xDrive. A él le sigue el M850i xDrive con el V8 biturbo de 4,0 litros de 530 CV y 750 Nm mientras que en diésel el representante es el 840d xDrive que genera 340 CV y 700 Nm. En la cúspide y como único representante de la deportividad más extrema se sitúa el M8 Competition una vez que el M8 ‘a secas’ ha desparecido.
Además de contar con una serie de cambios exclusivos para el modelo, lo más importante es que mantiene intacto el exquisito rendimiento generado por el V8 M TwinPower Turbo que declara 625 CV y 750 Nm de par que gestionados mediante la caja M Steptronic y el M xDrive le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,2 segundos. Lógicamente, a nivel de chasis, el M8 Competition propone una puesta a punto específica con amortiguadores controlados electrónicamente, un sistema de dirección electromecánico M Servotronic, frenos M potenciado que se pueden convertir opcionalmente en unos carbocerámicos M.