BMW , a través de su portavoz en Estados Unidos, Alexander Schmuck, confirmó a The Car Connection que la compañía no comercializará coches con motores diésel en el país el año que viene, apostando en su lugar por las versiones híbridas enchufables y eléctricas, aparte de las de gasolina. De momento, la decisión sólo afecta al mercado estadounidense.
BMW se une así a marcas como Toyota o Volvo en su estrategia de eliminar los motores diésel en el corto y medio plazo. No obstante, este anuncio no es definitivo y la marca germana aún estudia si la eliminación será completa o si dejarán a la venta algunos modelos, dependiendo de la demanda de los usuarios. Así lo aclaró el propio Schmuck a Motor Authority.
“No se ha tomado aún una decisión sobre si el modelo X5 diésel se pondrá a la venta en Estados Unidos”, explicó. “BMW Norteamérica va a continuar estudiando las preferencias del cliente y ajustará su catálogo conforme a ellas”, añadió el portavoz al medio especializado.
A falta de estos matices, lo cierto es que la decisión parece no tener marcha atrás, sobre todo teniendo en cuenta cómo se está comportando el mercado en torno al diésel. Especialmente en Estados Unidos, con una normativa muy restrictiva en torno a las emisiones de este carburante y un parque móvil tradicionalmente apegado a la gasolina.
Esta decisión supone un punto de inflexión en la estrategia de BMW de electrificar su oferta. La marca bávara tiene previsto tener en su catálogo 25 modelos eléctricos e híbridos enchufables, 12 de ellos totalmente eléctricos. Una reconversión que también experimentará la serie M y marcas subsidiarias como Rolls-Royce.
El anuncio del fin del diésel BMW en los Estados Unidos coincidió con la presentación de la cuarta generación del X5. Un modelo que estrena versión xDrive45e, un híbidro enchufable con motor de gasolina de seis cilindros y otro eléctrico con batería de ion-litio de alta capacidad, que juntos desarrollan 294 CV. Llegará a los concesionarios europeos y norteamericanos en 2019.