La firma británica, estrena la cuarta generación de su Gran Turismo de cuatro puertas, El Bentley Flying Spur.
Bentley es conocido por sus lujosos vehículos con un gran énfasis en el comportamiento dinámico y el confort. Su coupé, el Bentley Continental GT, ha sido durante mucho tiempo el ejemplo de Gran Turismo. Ahora presenta la tercera generación de su GT de cuatro puertas, el Bentley Flying Spur.
Desde la firma afincada en Crewe, se asegura que lo único que queda de la generación precedente es el nombre del modelo. Ahora se integra un sistema eléctrico de 48V y se perfila como el más avanzado de su segmento.
El nuevo Bentley Flying Spur está animado por un propulsor de doce cilindros dispuestos en W y sobrealimentado por dos turbocompresores en paralelo. De este modo, se utiliza un turbo para cada seis cilindros, mejorando la respuesta al acelerador.
Este logra 635 CV de potencia y 900 Nm de par, que se transmiten al suelo a través de una caja de cambios de ocho relaciones accionada mediante un mecanismo de doble embrague que fabrica ZF.
Esta combinación hace posible que este nuevo automóvil británico alcance los 100 km/h en 3,8 segundos y sea capaz de alcanzar los 333 km/h de velocidad punta. Prestaciones muy elevadas, más si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo de 2.437 kilogramos.
El Bentley Flying Spur de tercera generación continúa haciendo uso de un sistema de tracción integral que ahora deja de ser permanente. En condiciones ideales se transmite la potencia a través del eje trasero. Cuando el vehículo detecta una pérdida de tracción o la posibilidad de la misma conecta el eje delantero, al que puede llegar a transmitir hasta 480 Nm de par.
El control de dirección se complementa con un eje trasero direccional, el primero que equipa un vehículo de la firma británica. Este sirve para mejorar la agilidad del vehículo en entornos urbanos, curvas cerradas y maniobras, al tiempo que mejora la estabilidad a alta velocidad, por ejemplo en los cambios de carril.
Esto lo realiza gracias al giro de las ruedas traseras en dirección contraria a las delanteras cuando circula a baja velocidad y en la misma cuando lo hace a alta velocidad. A este sistema se suma el control vectorial del par a través de la frenada selectiva de las ruedas.
Bentley asegura que se ha adelantado el eje delantero para lograr una distribución más equilibrada y eficaz de pesos. De este modo también se mejora el guiado del vehículo mitiga el cabeceo. La carrocería autoportante se ha realizado combinando diferentes materiales, aunque el que se utiliza de forma más extensa es el aluminio, entre ellos existen materiales compuestos y fibras bañadas en resina como la de carbono.
Hace uso de un sistema de suspensión neumática tricámara desarrollada por la firma británica con diferentes parámetros variables y adaptables para la absorción de las irregularidades del asfalto. Esta se completa con las barras estabilizadoras activas, gestionadas a través del sistema eléctrico de 48 voltios, ganando estabilidad y agilidad al mismo tiempo.
Por último, el equipo de frenos se comparte con el Bentley Continental GT. Se trata de los discos de hierro más grandes incorporados a un turismo con 420 milímetros de diámetro en el eje delantero. Las pinzas de ambos ejes llegan lacadas en negro y pueden pintarse de rojo, aunque también tenemos la opción Mulliner de personalización. El sistema de escape es activo y nos permite ser silenciosos o emitir una nota grave y poderosa.
El Bentley Flying Spur de nueva generación presenta un diseño limpio, sencillo y claro para el espacio de los pasajeros, en el que destacan los asientos de nueva factura con ajustes eléctricos, función masaje, calefacción y ventilación. También las molduras artesanales de maderos tienen su propio protagonismo enfatizado por un sistema giratorio que oculta la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
Otra opción es el techo de cristal panorámico o la iluminación de ambiente. Las plazas traseras se han mejorado gracias al incremento en trece centímetros de la batalla respecto a su predecesor. Desde estas plazas es posible controlar todas las funciones del vehículo a través de un mando táctil situado en la consola central.
El Bentley Flying Spur de tercera generación integra instrumentación digital con una pantalla de 12,3 pulgadas en las que se muestra toda la información relativa al funcionamiento del vehículo y la navegación. Esta se combina con el Bentley Rotating Display, situado en el centro del salpicadero.
Este sistema permite tener en el salpicadero una pantalla de 12 pulgadas, tres indicadores analógicos con termómetro, brújula y cronómetro o una moldura de madera que aporta continuismo al motivo del habitáculo.
Bentley pertenece al Grupo Volkswagen, por lo que se han incorporado los sistemas de asistencia desarrollados por el gigante alemán. Entre ellos Traffic Assist, City Assist, alerta de presencia en el ángulo muerto. También un sistema de visión nocturna, Head-Up Display, sensores para el aparcamiento y función automática de aparcamiento, así como cámaras para una composición con vista de pájaro y exterior del vehículo.
Mulliner es la división de personalización de Bentley. Una compañía más antigua que el propio fabricante de automóviles. Esta se ha dedicado durante siglos a la elaboración artesanal de los interiores de carruajes hasta la llegada del automóvil y su colaboración con Bentley. En la década de los 50 esta se integró en Bentley y trasladó sus talleres y sede a Crewe.
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