El próximo 1 de enero entrará en vigor la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del área metropolitana de Barcelona que afecta no solo a la ciudad condal sino también a algunas de las localidades aledañas. El objetivo es rebajar los niveles de contaminación limitando el acceso a las mecánicas más contaminantes. Para cumplir esta normativa se ha establecido un baremo de multas, aunque esto no parece ser suficiente para los dirigentes locales. El Ayuntamiento de Barcelona ha solicitado que estas multas vayan acompañadas de una resta de puntos en el carné de conducir.
Esto es lo que ha pedido Eloi Badía, concejal de Medio Ambiente y Transición Energética del consistorio de catalán. Y ya ha hecho saber sus intenciones a la DGT quien, por el momento, ha dicho que no, aunque podrían pensárselo en el futuro.
El director de la DGT, Pere Navarro, subrayó al ser cuestionado sobre este asunto que el carné por puntos nació para prevenir la siniestralidad y reducir el número de víctimas en carretera. “Se planteó para perseguir las infracciones graves o muy graves detrás de los accidentes de tráfico”, señaló Navarro en la presentación del Barómetro de la Bicicleta 2019.
El máximo representante del Tráfico en nuestro país entiende que esta cuestión respondía más a cuestiones medioambientales y no de accidentalidad. Sin embargo, reseñó que las “las sanciones tienen una cierta relación con la importancia que la sociedad y los ciudadanos dan a ciertas actitudes”, por lo que plantea la posibilidad de que en un futuro se puedan retirar puntos por estos motivos.
Barcelona y su área metropolitana es uno de los puntos de mayor concentración de contaminación de nuestro país por lo que las autoridades decidieron dar respuesta hace unos meses con la creación de un área de acceso restringido a mecánicas contaminantes similar al que puso en marcha en Madrid el anterior Gobierno.
En el caso de la capital catalana, este ZBE afecta a Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Cornellá de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Sant Adriá de Besós, mientras que quedan fuera de este espacio los barrios de Barcelona de Vallvidrera, Tibidabo, Plenes y Zona Franca.
No podrán acceder los vehículos sin distintivo medioambiental (turismos de gasolina matriculados antes del año 2000 y diésel de antes de 2006) entre las 7 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Tampoco podrán acceder las furgonetas matriculadas antes de octubre de 1994 ni las motos y ciclomotores anteriores al 2003.
Sin embargo no será igual para todos. Los colectivos vulnerables, disminuidos físicos o con ingresos inferiores a 8.000 euros podrán seguir circulando con normalidad durante un año.
Las sanciones serán de 100 euros (infracciones leves), 200 euros (las graves) y 500 (las muy graves), a lo que se suma que un vehículo detectado de forma incorrecta en el interior podrá volver a ser sancionado transcurridos 90 minutos.
El objetivo que persigue esta normativa es la reducir la contaminación en un 30 %, tanto por la salud de los ciudadanos como para evitar la sanción que planea sobre España por incumplir la normativa de descarbonización del aire.