El cuerpo humano no es el único vulnerable al frío asociado al invierno. Los coches también se ven afectados por las bajas temperaturas y las heladas, que pueden perjudicar al correcto funcionamiento de algunos de sus elementos. Por ello, Autingo ha realizado una recopilación de las averías más comunes en invierno y su coste.
Es recomendable esperar unos minutos al arrancar el coche y calentar el motor al ralentí para que tanto el propulsor como los fluidos principales (aceite, líquido de dirección o frenos entre otros) alcancen un mínimo de temperatura para que tengan la lubricación necesaria para no dañar todas las piezas móviles. Según el alcance de los daños, el coste puede ser de entre 1.000 y 1.500 euros por gripar el motor. En el peor de los casos, irreparable.
Es importante comprobar el estado de este elemento, ya que con el uso y el paso del tiempo va perdiendo propiedades. En caso de que se haya deteriorado es importante cambiarlo, si no puede llegar a no cumplir con su cometido. Un cambio a tiempo cuesta unos 70 euros según el vehículo, sin embargo, un sobrecalentamiento del motor y la rotura de la culata puede llegar hasta los 3.000 euros.
Una de las averías que más se detecta en este momento del año, ya que es uno de los elementos que es más vulnerable a las temperaturas tan bajas de la época. Afecta sobre todo a aquellas que llevan ya varios años instaladas y que con el frío tienden a descargarse y pierden capacidad de recuperación. La plataforma para calcular el presupuesto de reparaciones y revisiones cifra el coste de la sustitución en 230 euros de media.
Al no utilizarla durante el resto del año, es normal que cuando llegue el frío no funcione correctamente. Esto puede ser debido a que el radiador de la calefacción esté obstruido por residuos sólidos que flotan en el circuito del refrigerante. En este caso es necesario hacer limpieza y carga del circuito. El coste es de unos 150 euros.
La rotura de las gomas del limpia puede ser más común en invierno, ya que pueden congelarse y quedarse pegados al parabrisas, provocando su rotura al tratar de despegarlas o al poner el sistema en funcionamiento. Sustituir las gomas cuesta unos 36 euros. Si lo dejamos pasar y dejamos que se rompa el limpiaparabrisas, esto puede causar la anulación de estos y que la sustitución alcance los 50 euros.
También es aconsejable revisar el funcionamiento de la luneta térmica trasera, que hace que el cristal no se empañe, y el de los neumáticos, ya que su mal estado combinado con el hielo de la carretera pueden aumentar las probabilidades de sufrir un accidente.