Según los datos recogidos por la consultora MSI para la patronal de concesionarios Faconauto, las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos españoles han aumentado dos gramos en el primer semestre de 2018. Ahora, se sitúan en 116 g/km, una cifra que indicaría un pequeño aumento (pero generalizado) de los gases perjudiciales que emiten nuestros vehículos de nueva matriculación.
Sin embargo, es importante destacar que este resultado llega en un momento algo difícil para los diésel. Sus ventas han caído cerca de un 18 % en los últimos meses, lo que implica que ya solo ocupan un 37 % de la cuota de mercado. De este modo, se puede decir que el hecho de que las ventas de los vehículos diésel se reduzcan puede haber provocado que los niveles de emisiones “se disparen”.
En vista de lo que publica la patronal de concesionarios, la respuesta a esta pregunta sería afirmativa. Aseguran que la disminución de la demanda de coches diésel ha incrementado las ventas de los gasolina un 35 %. Precisamente, unos vehículos que ocupan el 56 % de la cuota de mercado en nuestros días. Si bien es cierto que los vehículos que funcionan a gasóleo han demostrado que emiten hasta un 20 % menos de gases contaminantes. De esta manera se demostraría que la compra, cada vez más creciente de vehículos que funcionan con gasolina, estaría perjudicando más que ayudando a mejorar la calidad del aire en las ciudades.
Así, ante esta situación Faconauto asegura que la nueva generación de automóviles diésel es fundamental para nuestro ecosistema. Contribuirán a cumplir con los objetivos climáticos y, a su vez, participarán en la descarbonización del transporte. Dos cuestiones de vital trascendencia en la actualidad.
Después de analizar estos resultados, la patronal de concesionarios admite que el Plan VEA es la alternativa más viable y útil del futuro. Aunque, digamos que en el presente no lo son. Todavía les queda un largo camino por recorrer.
Hay que ampliar la red de puntos de recarga y mejorar las infraestructuras que necesitan; ampliar la autonomía y duración de las baterías en el caso de los eléctricos y contribuir a que los conductores apuesten por vehículos nuevos para rejuvenecer el parque nacional. Eso, entre otras cosas, como por ejemplo el bajo porcentaje que presenta este tipo de vehículos en las matriculaciones: 0,3 % los eléctricos, 0,5 % los híbridos de gasolina y motor eléctrico y 0,9 % los híbridos a gas.