Audi continúa con el desarrollo de su mecánicas diésel. Prueba de ello es la presentación de los Audi S6 yAudi S7 Sportback con propulsores TDI hibridados. Se trata de las versiones deportivas que se esperaban de los nuevos modelos medios de la firma alemana. La principal novedad es la electrificación de las mismas. La llegada de estos motores le permitirá contar con la tarjeta ECO de la DGT.
La introducción del sistema MHEV en la gama S de Audi es una novedad, unido a la introducción de un propulsor diésel en sus versiones deportivas, aunque esto ya lo vimos con el Audi SQ7. Un adelanto de esto lo vimos con el Audi A7 Sportback Competition de anterior generación.
El propulsor de estas versiones deportivas no es otro que un 3.0 TDI de 6 cilindros en V combinado con un compresor eléctrico y un sistema de hibridación ligera. Este sistema se compone de un motor de arranque/alternardor conectado al cigüeñal del motor, que es capaz de recuperar energía en las frenadas y aportar empuje para el inicio de la marcha.
Audi ha denominado a este motor como BAS siendo el encargado de poner en marcha el motor de combustión. Su potencia en recuperación alcanza los 8 kW, energía que se almacena en una batería de iones de litio situada en el piso del maletero.
El nuevo motor del Audi S6 y Audi S7 Sportback incorpora un compresor eléctrico para mitigar el efecto del retardo en la carga de los turbocompresores. Es decir, mientras los gases de escape no sean suficientemente potentes para hacer girar la turbina del turbo para aportar más aire en la admisión, será sustituido por una turbina eléctrica.
Este turbina posee una potencia de 7 kW, suficiente para lograr empuje hasta 1.650 rpm en el motor. A partir de este régimen el turbocompresor del motor es capaz de aportar la energía suficiente para movernos sin esperas. El par máximo se puede disfrutar desde 2.500 hasta 3.000 rpm, siendo este de 700 Nm.
Lo más interesante sigue siendo su capacidad de aceleración, firmando un 0 a 100 km/h en 5,0 segundos. Esto se consigue tracias a la combinación del propulsor, una caja de cambios tiptronic de 8 relaciones y la tracción integral quattro. La velocidad punta se limita a 250 km/h.
El sistema de tracción quattro equipa un diferencial central autoblocante con distribución asimétrica del par 60:40. Si se detecta algún tipo de pérdida de tracción el par se transmite al eje que más adherencia tenga.
La distribución máxima es de un 70 % del par al eje delantero o 85 % en el trasero. De este modo se logra un comportamiento dinámico y seguro en las condiciones más adversas.
Para ir rápido es imprescindible poder parar rápido, esto significa que es necesario equipar un buen equipo de frenos y Audi lo sabe. Por ello, es posible optar por un sistema de discos y pastillas de freno carbonocerámicos, capaces de soportar mejor las altas temperaturas y la fatiga.
Los discos de materiales compuestos son de 400 mm de diámetro en el eje delantero y 350 mm en el trasero, disminuyendo las masas no suspendidas y mejorando la capacidad de frenada. Esto se traduce en un mejor control del vehículo en todas las situaciones y en una forma de trabajar más eficaz por parte de la suspensión.
Los habitáculos de los Audi S6 y Audi S7 Sportnback apenas sufren modificaciones respecto a sus homólogos estándar, pero sí se diferencian. En el caso del primero, el Audi S6, también estará disponible para la versión familiar, el Audi S6 Avant.
Los asientos son una parte fundamental de esta diferenciación, con el logo “S” bordado en relieve y costuras en contraste, unido a la posibilidad de optar por unos asientos con el reposacabezas integrado que poseen un contorno más definido.
Además las opciones de tapicería en Alcantara y cuero en combinación con el volante deportivo y las inserciones exclusivas para las versiones de la gama S de Audi aportan un entorno exclusivo para su conductor.