Texto: Eduardo Lausín/ Fotos: Paloma Soria.
El Audi Q5 2.0 TDI 190 CV es uno de los SUV Premium más redondos del panorama actual. Un auténtico ‘cochazo’ con un motor de primera. Si Audi ha tardado en lanzar una segunda generación de su SUV medio es porque detrás se escondía la gran empresa de actualizar uno de los modelos más exitosos de su historia. El resultado es brillante.
Los SUV lo son todo. No lo digo yo, lo dice el mercado. Si además introducimos el sufijo premium la importancia es aún mayor. Por eso Audi ha esperado tanto, concretamente desde 2008, para lanzar una nueva generación de su Audi Q5 . Y no es para menos. En este periodo han aparecido multitud de rivales, incluyendo opciones tan jugosas como el Alfa Romeo Stelvio . Por eso la firma de los aros se ha fijado en el cenit de la gama Q, el Audi Q7 .
Audi no ha revolucionado el concepto, pero sí ha estilizado la figura del Audi Q5, que ahora recibe la nueva parrilla de donde parecen nacer los faros, bixenón de serie por cierto. Tiene un cierto aire al Audi Q7, con formas algo más redondeadas, y eso le otorga una apariencia más deportiva. A destacar la doble salida de escape o las llantas 20 pulgadas de la unidad probada, extra de 2.135 euros.
Audi dispone de una amplia gama de motores para el Audi Q5, aunque seguramente el más interesante es el diésel TDI de 190 CV que nos ocupa. Este motor de 2.0 litros se asocia únicamente a un sistema de tracción integral quattro y a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones.
Pasar al interior es, sin embargo, lo más excitante de todo. Si la marca siempre sobresale en este apartado, imagina ahora cuando la inspiración llega de su “hermano” mayor. La calidad es superlativa; que la pantalla del sistema multimedia de 8,3 pulgadas no se integre en el conjunto dicta el “pero”.
El espacio disponible es asimismo destacable, centrando la atención en las dos butacas delanteras y siguiendo por una fila trasera verdaderamente pensada para dos ocupantes. No dispone de versiones de siete asientos, y esto devuelve una cifra de 550 litros de capacidad para el maletero, en la línea de sus competidores.
La tecnología es uno de los aspectos más relevantes, estrenando por primera vez el Audi Q5 elementos como el Audi Virtual Cockpit, un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas completamente configurable.
Sin embargo, el debut más sonado es de la suspensión neumática, que eleva o rebaja la altura libre al suelo para mejorar principalmente el carácter todoterreno del vehículo. Otro tanto con el reputado Audi Matrix LED, un sistema matricial capaz de iluminar la calzada sin deslumbrar al resto de usuarios.
Un conjunto que se distingue por refinamiento, pese a que los 190 CV se antojan algo mansos en los primeros compases del acelerador. Se soluciona rápido activando el modo Dynamic del Drive select, momento en el que el cambio apura en mayor medida el régimen. Para introducirnos todavía más en la experiencia, las levas tras el volante erradican por completo el problema.
Por el contrario, el modo Efficiency será el preferido de los más austeros al activar la marcha “a vela” del cambio, mediante la que el vehículo gira a rueda libre eliminando la retención y reduciendo el consumo. Si lo seleccionamos, es sencillo obtener una media de 7 l/100 km, un buen dato.
No he parado de listar novedades en el nuevo Audi Q5, como un ahorro de peso de hasta 90 kilos que se traduce en un comportamiento más ágil, que no deportivo. Las inercias son menores, lo que permite una inscripción en el viraje más preciso, pero también un movimiento en curva controlado que eleva la sensación de seguridad.
En otras palabras, las diferencias entre la conducción del Audi Q5 y una berlina convencional se disipan a pasos agigantados. A ello contribuye el sistema de tracción total quattro de serie, que elimina prácticamente cualquier pérdida de adherencia sobre mal firme o acelerando con ganas.
La suspensión neumática opcional no solo permite una gran calidad de rodadura, acrecentada por un aislamiento acústico de alto nivel, sino que amplía sus capacidades en terrenos complicados.
Autoriza dos modos de conducción bien diferenciados: allroad y lift/offroad. El primero eleva la carrocería para circular con garantías por pistas de baja dificultad, aprovechando las bondades de una suspensión que se “traga” todas las irregularidades. El segundo prepara el coche para terrenos más difíciles, llevando el conjunto a su punto más alto (231 mm libres hasta el suelo), situación que también puede afrontarse activando el control de descensos.
En definitiva, el Audi Q5 ha mejorado todos los aspectos susceptibles de ser mejorados, sin protagonizar una revolución. Sigue siendo un todocamino que entra por los ojos, con una dilatada gama de motores y una lista de opcionales casi interminable. Excepcional… si no dudamos en abrir la cartera.
Imagen: 4
Acabados: 5
Puesto de conducción: 5
Habitabilidad: 4
Maletero: 4
Motor: 4
Recuperación: 3
Prestaciones: 4
Dirección: 4
Caja de cambios: 5
Frenos: 4
Estabilidad: 5
Consumo: 4
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Tipo de motor | Diésel, 4 cilindros en línea, turbo |
Cilindrada | 1.968 cm3 |
Potencia | 190 CV de 3.800 a 4.200 rpm |
Par | 400 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm |
Velocidad máxima | 218 km/h |
Aceleración | 7,9 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,9 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.663 / 1.893 / 1.659 mm |
Neumáticos | 235/65 R17 |
Peso en vacío | 1.770 kg |
Maletero | 550 l |
Precio base | 54.810 euros |
DE SERIE. Airbags frontales, laterales y de cabeza para conductor y acompañante; airbags laterales y de cabeza traseros; control de tracción ASR; sistema antibloqueo de frenos ABS; repartidor electrónico de la fuerza de frenado EBV; Audi pre sense city; control de estabilidad ESC; sistema de monitorización de presión de los neumáticos; control de velocidad de crucero y limitador; control dinámico de la conducción Audi drive select; faros y pilotos con tecnología de tipo LED; llantas de 18 pulgadas; retrovisores exteriores calefactados y con plegado eléctrico; Audi parking system plus; climatizador automático de tres zonas; retrovisor interior antideslumbramiento automático; acceso y arranque sin llave; paquete de iluminación; sistema de infoentretenimiento MMI con pantalla de 7,0 pulgadas; navegador; equipo de sonido con lector de CD MP3; 8 altavoces; Bluetooth; puerto USB; conexión auxiliar; Audi smartphone Interface y volante multifunción con levas para el cambio de marchas.
OPCIONAL. Pintura metalizada Azul Navarra (1.100 euros); llantas de aleación de 20 pulgadas (2.135 euros); faros Audi Matrix LED (870 euros); techo panorámico eléctrico (1.820 euros); asientos delanteros deportivos (405 euros); tapicería mixta Alcántara/cuero (1.710 euros); inserciones decorativas en madera (255 euros); equipo de sonido Bang&Olufsen 3D (1.390 euros); MMI Navegación plus (1.610 euros); Audi virtual cockpit (305 euros); paquete portaobjetos (230 euros); paquete de asistentes city –incluye Audi parking system plus, cámara trasera, Audi side assist, Audi pre sense basic y presense rear, avisador de tráfico trasero cruzado y asistente para apertura de puertas– (865 euros); lector de reconocimiento de señales (365 euros); ACC plus (1.555 euros) y suspensión neumática (2.385 euros).