La apuesta de Audi por el diésel TDI pasa por su gama deportiva S.
Estamos en un momento controvertido en el que todo parece indicar que el combustible diésel debería desaparecer. Sin embargo, Audi no piensa lo mismo y continúa invirtiendo en este combustible en toda su gama, ahora también en las versiones deportivas con una línea S TDI completa.
La incorporación de la microhibridación le ha dado una segunda vida a los propulsores diésel. Gracias a la incorporación de nuevos avances tecnológicos, ha sido posible que estos modelos cumplan con las normativas de homologación y puedan circular en territorio de la Unión Europea.
Un propulsor para toda una gama
La apuesta de Audi por este combustible pasa por un rediseño de su motor diésel más conocido, el 3.0 TDI. A este se incorpora un compresor eléctrico y un sistema de hibridación ligera de 48 voltios. Este propulsor es capaz de entregar 349 CV de potencia y 700 Nm de par desde las 2.500 rpm.
El compresor eléctrico garantiza una respuesta rápida o lineal que facilita el uso en un amplio rango de revoluciones. La autonomía es otro de los puntos fuertes de este propulsor, gracias a la incorporación del sistema microhíbrido y a los bajos consumos que proporciona el uso de combustible diésel, toda la gama posee una autonomía superior a los 1.000 km.
Transmisión quattro y frenos cerámicos
Audi incorpora una caja de cambios automática de ocho relaciones en toda la gama S, es decir, en los Audi S4 TDI, Audi S5 TDI, Audi S6 TDI, Audi S7 TDI y Audi SQ5 TDI. Todos ellos cuentan con sistemas de tracción asimétricos quattro complementados por un diferencial trasero deportivo.
Para las berlinas Audi S6 TDI y Audi S7 TDI está disponible un equipo de frenos carbonocerámico que garantiza el rendimiento más alto en las circunstancias más extremas. De este modo, es posible mantener un trato exigente durante muchos kilómetros sin perder eficacia por sobrecalentamiento.
Herederos del Audi SQ7
El primer modelo diésel con denominación deportiva de la marca alemana fue el Audi SQ7. Un automóvil que estrenaba una combinación de sistemas de sobrelimentación para lograr empujar con fuerza sus dos toneladas de peso.
La nueva gama Audi S desarrolla esta tecnología para lograr nuevos niveles de eficiencia. El propulsor combina un compresor eléctrico, capaz de responder en 250 milisengundos, con un turbocompresor de geometría variable que aprovecha la energía de los gases de escape. En consecuencia es posible minimizar el retardo del turbo y se aumenta el rango de uso del propulsor.
Vehículos pensados para el confort y la deportividad
Si bien esta nueva gama de vehículos deportivos está pensada para realizar muchos kilómetros en grandes autovías, también tienen un gran componente deportivo marcado por su puesta a punto. El propulsor y el sistema de tracción quattro de Audi son sólo una parte de estos modelos.
Además se ha realizado una puesta a punto específica de cada uno de los modelos para proporcionar un comportamiento más dinámico. Todos ellos cuentan con amortiguación de dureza variable, siendo de serie en los Audi S6 y Audi S7.
Para el Audi SQ5 esta se sustituye por una suspensión neumática deportiva.