Audi ha entrado de lleno este año en el segmento eléctrico con una propuesta arriesgada pero de calidad: el Audi e-tron, que te mostramos en esta prueba en vídeo. Este SUV de gran tamaño está totalmente electrificado, ofrece 355 CV (265 kW) y 417 km de autonomía (WLTP).
Se lanzó al mercado en España en España el pasado mes de febrero en cuatro niveles de acabado: el 55 quattro de entrada, desde 82.460 €, Advanced, Sport, Black Line y el One Edition o versión especial de lanzamiento que probamos en este reportaje.
Este último es el más exclusivo y el que más equipamiento alberga, por lo que es la unidad elegida para conocer y exprimir todo su potencial.
Si bien el exterior basa su diseño en las últimas incorporaciones SUV de Audi (Q3 o Q8), con parrilla 3D o la característica línea roja que une los faros LED traseros, lo cierto es que no te debes perder, sobre todo, toda la tecnología que incluye en el interior.
En él se integra el cockpit digital de serie más avanzado de Audi, con tres pantallas: la del cuadro, la central (táctil) y la del climatizador (también táctil). Todo ello sobre un salpicadero y consola de estética futurista y con ausencia casi total de botones físicos. No hay que olvidar asimismo la pantalla de la consola trasera, donde los ocupantes traseros pueden personalizar la climatización a su gusto.
El nivel acabados y materiales utilizados es de alta calidad, con predominancia de las secciones mullidas en el salpicadero o los paneles de las puertas. El espacio interior es grande, contando con espacio suficiente para las piernas y cabeza en la fila de asientos traseros, muy práctico para personas de 1,80 m o superior. Por su parte, el maletero, aún con diseño cúbico, posee 600 l de capacidad. Y, como la mayor parte de eléctricos, aprovecha el capó para albergar un pequeño espacio de almacenaje donde guardar los cables del cargador.
Pero no todo es lujo y tecnología. En la prueba de este Audi e-tron también le sacamos los colores a sus innovadores retrovisores electrónicos, que funcionan con cámaras integradas. No consiguen sustituir completamente a los convencionales a la hora de realizar maniobras y es necesario un periodo de adaptación más largo que el que esperábamos. Al mismo tiempo, estos nuevos retrovisores no se pliegan de forma eléctrica.
Al mismo tiempo no nos ha convencido la incomodidad del asiento central trasero, sin forma y con una notable sensación de estrechez. En cuanto a la conducción, el Audi e-tron ofrece una nueva experiencia futurista al volante, al estar rodeados de hasta cinco pantallas (las tres de la instrumentación, más las dos de los retrovisores) durante todo el trayecto.
Aunque en el vídeo damos más detalles, hay que dejar claro desde el principio que su conducción no es precisamente deportiva ni ágil y habrá que subirse a él pensando más en el confort y en la eficiencia, más que en las prestaciones.