Audi ha presentado en el Salón de Fráncfort la que se podría considerar como la revelación de la feria: el Audi Aicon Concept. Se trata de una berlina eléctrica autónoma, con un habitáculo diseñado para el descanso de sus ocupantes y con una autonomía de 800 km.
Se trata de un nuevo paso en el trabajo que la firma alemana está haciendo por la conducción autónoma. Y no lo plantea como un nuevo sistema de movilidad alternativa, sino como una nueva fase en el disfrute de la circulación, con un tipo de viaje de puerta a puerta, es decir, recoge a los pasajeros en el lugar donde se encuentren y los dejan en el destino. Después se va él solo a buscar aparcamiento o punto de recarga.
Visto desde fuera llama la atención tanto por su diseño como por su tamaño. Tiene una longitud de 5.444 mm, una anchura de 2.100 mm y una altura de 1.506 mm, mientras que la distancia entre ejes de 3.470 mm, 240 más que el A8, y unas llantas de 26 pulgadas. Y aunque uno pueda pensar que semejante criatura se movería con dificultad por una ciudad, dispone de cuatro ruedas direccionales por lo que su radio de giro es de 8,5 metros, mucho menos la mayoría de vehículos urbanos.
Se trata de un concept car por lo que sus formas no llegarán a la calle. Pero sí se puede considerar como un ejercicio de diseño con el que Audi pretende demostrar lo que sabe hacer a nivel estético y técnico, y un punto de inspiración para sus próximas creaciones. De hecho, es un nuevo paso en la conducción autónoma que debería llegar mucho antes de lo que nos creemos.
No hay faros ni grupos ópticos convencionales. En su lugar cuenta con superficies visuales enteramente digitales, de hecho, en la zaga dispone de más de 600 píxeles que pueden recrear imágenes en 3D. Adapta la iluminación a las condiciones de la vía, tanto de los vehículos que se encuentre como de los viandantes. Además, estas pantallas podrían emitir mensajes para dar avisos del momento en el que se va a frenar o de los movimientos en los que se van a realizar. La iluminación también se ha estudiado en el interior, dispone de tecnología OLED y la adapta a la actividad que estén haciendo los pasajeros, tanto durante el viaje como al llegar.
En su interior no dispone de volante, pedales ni muchos de los mandos a los que ahora estamos habituados. El sistema PIA reconoce al pasajero por su teléfono móvil y adapta reglajes como aire acondicionado, posición del asiento, color de iluminación ambiental y la configuración del sistema de infoentretenimiento a sus preferencias. Incluso el navegador, y por ende el destino, se puede regular desde el móvil.
Permite nuevos modos de interactuar con el coche. Además de con los botones, se puede utilizar el control por voz y la lectura de los ojos, de hecho, el coche sabrá en todo momento hacia dónde está mirando, por lo que podría cambiar la iluminación de determinadas zonas del habitáculo o saber con anterioridad qué demanda.
Así, dentro se disponen un visualizador frontal como superficie operativa y una imagen head-up display proyectada en el parabrisas. Los paneles en el techo acristalado pueden bloquear la radiación solar si se desea, pues se puede cambiar el nivel de transparencia.
Serán cuatro motores los encargados de mover este vehículo, cada uno acoplado a una rueda, y siempre buscando la mayor eficiencia. En esta ocasión, el énfasis no se ha puesto en conseguir unas excelentes prestaciones sino en la comodidad de los pasajeros de manera que se ha diseñado para que circule a una velocidad media de unos 130 km/h.
La autonomía se sitúa entre los 700 y 800 km, y dispone de diversos sistemas de regeneración de energía. Según señalan desde la compañía, se podría cargar al 80 % en media hora utilizando un sistema de alto voltaje mientras que las baterías se pueden recargar de forma inductiva.