La nueva edición limitada del Aston Martin Vanquish S se llama “Red Arrows Edition”. Es un homenaje a la unidad de aviones acrobáticos de la “British Royal Airforce” que lleva ese nombre, que en español se puede traducir como “Las Flechas Rojas”.
Los fondos que se consigan tras la venta serán destinados a ayudar a ex militares británicos, así como a sus familias.
Entre las características exclusivas del Aston Martin Vanquish S Red Arrows Edition, tenemos un color de carrocería “Eclat Red”, un tono rojo similar al que podemos encontrar en los aviones de acrobacias “Hawk” -pertenecientes a la unidad de las Fuerzas Aéreas Británicas de la que ha tomado su denominación-.
El techo está compuesto por fibra de carbono y luce un diseño relacionado con el mundo de la aviación. Otro elemento exclusivo es que lleva de serie dos salidas dobles de titanio para su sistema de escape.
Aston Martin Vanquish S Red Arrows Edition, guiño al mundo de la aviación
Ya en su interior, el Aston Martin Vanquish S Red Arrows Edition luce una combinación entre los colores verde y negro en sus asientos y en el volante. Este último, viene a ser el mismo que el que han montado en el radical Aston Martin One-77. Todo el habitáculo está enfocado a recordar a los aviones de vuelo, como unos colores que serían propios de los trajes que llevan los pilotos, una disposición y forma de los asientos que bien podrían ser de tipo eyectables y varios logotipos y bordados que hacen un guiño a la unidad acrobática.
Como extra, se ha añadido un espacio tras los asientos de este biplaza deportivo, en el que caben dos cascos de carreras que, por cierto, vienen de regalo con la compra de una de estas exclusivas piezas. Lo mismo ocurro con unos trajes de competición, un juego de maletas, una cubierta para proteger la carrocería del coche y unas chaquetas para vestir –con los colores y bordados de la unidad de bombarderos-.
Todo esto, en un deportivo que utiliza un propulsor V12 de seis litros y que desarrolla 600 CV de potencia. Este pasional vehículo dispone de una caja de cambios automática de ocho velocidades, que envía un par máximo de 630 Nm a las ruedas del eje trasero.
No es tan rápido como un avión, pero no se puede decir que se quede corto en su aceleración de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y su velocidad punta de 324 km/h.