Un año después de desvelar las primeras imágenes e información del que en principio era el denominado Aston Martin RB-001, tanto la firma británica como sus socios de Red Bull han mostrado más imágenes exteriores e interiores del que será el Aston Martin Valkyrie, un coche de calle con tecnología directamente extraída de la Fórmula 1.
Su nombre, proveniente de la mitología escandinava, continúa la tradición de la marca de renombrar a sus modelos más prestacionales con denominacionaciones que comienzan por V. Esta tradición comenzaba en 1951 con el Aston Martin Vantage y ha sido seguida por modelos como los Virage, Vanquish o el Vulcan.
Aston Martin Valkyrie: fotos
[fotos id=”83439″]Que proviene de la Fórmula 1 no lo evidencia únicamente el hecho de que Aston Martin se haya aliado con Red Bull para este proyecto. La estética del modelo deja clara la vocación aerodinámica del diseño del Valkyrie.
En la imagen del superdeportivo vemos algunas diferencias con el diseño primigenio, como el difusor delantero, cuyos extremos emulan perfectamente a los de un monoplaza de Fórmula 1, aunque el morro no es ni mucho menos tan pronunciado como el de F1.
La importancia de la aerodinámica en el vehículo se contempla también con el carenado de las ruedas delanteras y traseras, que por cierto cuentan además con unas llantas aerodinámicas no demasiado atractivas, y con la forma de los pasos de rueda, que forman un arco que sobre sale del conjunto para dejar fluir el aire de forma más eficiente.
También la vista lateral deja ver elementos aerodinámicos que se encargan de llevar el flujo de aire del frontal hacia los lados exterior del coche, que cuenta también con deflectores similares a los de un F1.
En la parte central contemplamos un cockpit completamente redondeado al más puro estilo de los prototipos del WEC, mientras la trasera continúa la línea aerodinámica del coche con un alerón perfectamente integrado en las formas del coche y un difusor de enormes proporciones que deja al descubierto una gran superficie de los bajos del Valkyrie.
En el apartado mecánico es donde este Aston Martin Valkyrie no tiene semejanza alguna con la máxima categoría del automovilismo, ya que monta un propulsor V12 atmosférico del que se desconoce la potencia, aunque se sabe que su relación peso/potencia será de 1:1, por lo que no sería descabellado pensar en una potencia de unos 1.000 CV.
Aston Martin Valkyrie: imposible hacerlo más deportivo
El interior, casi la carlinga de un caza de combate, de nuevo nos deja clara su vocación deportiva: volante rectangular con display, botones y palancas como los de F1 o la inexistencia de asientos como tales, ya que es la propia forma del chasis la que hace de asientos con una postura similar a la de los prototipos de Le Mans o los monoplazas de Fórmula 1. Estos asientos vienen con arneses de cuatro anclajes (seis en opción).
La ausencia de palanca de cambios revela que el Valkyrie equipa una transmisión automática con cambio secuencial y levas en el volante, ya que en el piso apenas encontramos dos botones, el de la doble intermitencia o warnings y un botón con una P que se corresponderá con la palanca de estacionamiento del cambio automático.
Aunque es bastante espartano, en las imágenes de interior desveladas vemos que monta una pantalla de infoentretenimiento, que corona la espartana consola central junto a dos pantallas en los extremos que parecen hacer las veces de espejos retrovisores exteriores. Poco más encontramos aparte de una suerte de agujeros que harán de salida de aire de la climatización.
Está previsto que la producción del Aston Martin Valkyrie esté entre las 99 y las 150 unidades, incluyendo todos los prototipos construidos y 25 versiones de competición. Las primeras entregas se realizarán a principios de 2018.