La firma británica no cesa en su empeño de situarse como la marca aspiracional con la que sueñen todos los aficionados al motor. Y ahora quiere hacerlo también con las nuevas generaciones, con la que ya empieza a tratar con las mecánicas de movilidad alternativa desde que se ponen por primera vez detrás de un volante. Su primera internada en el mundo de los eléctricos se llama Aston Martin Rapide E, al menos de los que llegarán a la calle, y es una versión del Aston Martin Rapide S. Y, puede presumir de 610 CV y un par de 950 Nm.
Está a la altura de los mejores superdeportivos de hoy día, y más tras saber que tiene su velocidad máxima establecida en los 250 km/h y que acelera de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos (un Porsche 911 Carrera GTS lo hace en 3,7 segundos lo mismo que un Audi R8 mientras que un Aston Martin Rapide S, el coche en el que está basado, lo hace en 4,4 segundos).
La producción estará limitada a 155 unidades y las primeros ejemplares se entregarán en el cuarto trimestre de 2019. Por el momento no se ha dado a conocer el precio aunque no se espera que sea económico. Solo se ha enseñado una tímida imagen del paso de rueda y la estructura de los motores y las baterías (hace unos meses ya mostró un boceto del Aston Martin Rapide E). No es descabellado pensar que, cuando se desvele su imagen definitiva, todas las unidades estén vendidas como sucedió con el Bugatti Divo.
Todo en su sitio
Aston Martin Rapide E se ha desarrollado junto a Williams Advanced Engineering, una compañía especializada en el diseño de equipos mecánicos eléctricos y baterías. Y estos han sabido situar el motor y las baterías en una disposición que apenas varíe la estructura que ya muestra el vehículo con propulsor térmico. Desde Aston Martin avisan de que han variado su aspecto para hacerlo más aerodinámico y que se ha aligerado en algunos puntos para que pese menos (bastante pesan ya las baterías, aunque no se ha especificado a cuánto llegan).
El vehículo cuenta con dos motores y un autoblocante situados sobre el eje trasero y las baterías de ión ocupan el espacio donde antes estaba el motor V12. Estas baterías se pueden cargar con sistemas de hasta 800 V y su autonomía es de 320 km.
El Aston Martin Rapide E se fabricará en la nueva planta de St. Athan, en Gales.