Las llamas devoran a un Ferrari F40 ante la incapacidad del dueño de apagarlo.
Vuelven viejos fantasmas del pasado a rondar el cavallino rampante. Un Ferrari F40 arde en una calle de Mónaco sin motivo aparente y ante la incapacidad de respuesta de su dueño (y la ausencia de los bomberos). Este incendio puso punto y final a la historia de una unidad de uno de los modelos más aclamados de la historia de la firma italiana, un coche que el propio Enzo Ferrari definió como el “mejor deportivo de la historia”.
Poco se sabe del caso, tan solo lo que se puede apreciar en las imágenes. Por la red se pueden ver varios vídeos y secuencias del mismo. Se puede apreciar cómo las llamas surgen de la parte trasera del Ferrari F40, del vano motor, que una persona sostiene la puerta delantera izquierda en un primer momento, intuimos que era el conductor, y que pronto se extienden las llamas por el resto del vehículo.
Esto hace pensar que el problema habría surgido de repente y por el sobrecalentamiento de alguna de las piezas de la zona trasera, algo que resulta difícil de entender teniendo en cuenta que el superdeportivo circulaba por la ciudad y no en un circuito con el motor al máximo régimen de giro.
Así, poco a poco las llamas van ganando centímetros, creando una importante humareda, y ni siquiera la buena fe de un vecino que desde su balcón echa agua con una manguera logra reducir las llamas que devoran finalmente al Ferrari F40.
Ferrari F40: un mito
El Ferrari F40 no solo es uno de los coches con más admiradores de la familia Ferrari sino de la historia de la automoción. Fue el último coche que presentó Enzo Ferrari, el 21 de julio de 1987, antes de morir poco más de un año después (el 14 de agosto de 1988 a los 90 años de edad).
Se fabricaron un total de 1.311 unidades, una demanda alta teniendo en cuenta que la firma esperaba que las ventas estuvieran entre las 400 y las 450 unidades. La lista de espera era tan larga que muchos de los interesados preferían comprarlo de segunda mano antes que esperar a que fabricaran el suyo.
Aunque muchos lo querían solo para contemplarlo. En 1990 se estimaba que solo el 10 % de las unidades construidas habían realizado varios miles de kilómetros. Viendo su cotización en el mercado, la mayoría vio al Ferrari F40 como una inversión de futuro más que como un coche para desplazarse.
Sello Pininfarina
El diseño definitivo es de Pininfarina que creó un vehículo que parecía destinado a la competición. De hecho, aprovechó buena parte de los elementos y mecánicas que se habían creado para el Ferrari 288 GTO Evoluzione, la versión de calle de un modelo que quedó en el armario por los cambios de reglamento de la FIA.
Empleaba un motor V8 biturbo que respondía con 478 CV que llevaba sus 1.100 kg hasta los 324 km/h y que era capaz de acelerar en el 0 a 100 km/h en solo 4,1 segundos. Su precio en el mercado actual ronda el millón de euros.