Arabia Saudí es uno de los pocos países a nivel mundial donde las mujeres tenían completamente prohibido conducir. Hasta ahora, para desplazarse en coche necesitaban que un hombre, ya fuera un familiar o un conductor personal, les llevara. No obstante, esta prohibición ha llegado a su fin. Según ha informado el Director General del Departamento de Tráfico de aquel país, Mohammed Bassami, las mujeres podrán conducir a partir del próximo 24 de junio.
El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, ya vaticinó hace unos meses que levantaría esta restricción, aunque no llegó a especificar una fecha concreta para ello. Tal como explicó la agencia de noticias oficial del país, SPA, esta decisión vino dada tras una reunión de la Autoridad de los Ulemas del Reino, un comité de sabios que garantizan que las decisiones tomadas en el país se encuentran dentro de la sharia (ley islámica).
En la votación hubo una mayoría de miembros que no se opusieron a la posibilidad de que las mujeres pudieran conducir en este país del Medio Oriente. Por ello, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, ha sido quien ha decidido finalmente poner en marcha la iniciativa que permitirá la conducción a las mujeres de esta región.
Solo podrán disponer del permiso de conducir aquellas que sean mayores de 18 años y, para hacerlo, tendrán que acudir a una de las cinco autoescuelas específicas que crearán para las mujeres en todo el país. De este modo, pretenden conseguir que el colectivo femenino suponga un tercio de la fuerza del trabajo saudí y no solo el 22% que representa hoy en día.
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Consideran que si no necesitan la ayuda de un familiar ni contratar a un conductor profesional para realizar sus desplazamientos, tendrán más independencia y, por tanto, más iniciativa para buscar trabajo. Algo que ayudaría a impulsar la economía de Arabia Saudí, reduciría la dependencia del país del petróleo y abriría, también, las fronteras de su reino conservador, tal como recogen en Gulf News.
Han pasado muchos años desde que las mujeres empezaron a reclamar su derecho a conducir en un país en el que viven bajo la tutela masculina de un padre, marido o familiar directo, y donde deben vestir de manera que solo queden a la vista la cara y las manos. No son pocas las que, a modo de protesta, se han puesto al volante y han sido vistas en público conduciendo. Pero la consecuencia es que han sido juzgadas y condenadas por ello, en algunos casos, bajo acusación de terrorismo.
La abolición de la prohibición de conducir se enmarca en el conjunto de reformas que el rey Salman está llevando a cabo desde su llegada al trono en 2015 y que han supuesto pequeñas mejoras para las mujeres, entre las que se puede contar, por ejemplo, la posibilidad de acceder a un partido de fútbol.