Recopilamos unas recomendaciones para conducir con lluvia y para saber cómo actuar cuando aparece el aquaplaning
Cuando aún se notan los efectos del temporal Filomena en la mitad del territorio español ya nos están advirtiendo de la llegada de una tormenta que puede ser histórica. A la lluvia que nos anticipan que va a caer se suma el deshielo de la nieve que aún se acumula en muchas calles y carreteras. Por ello, es conveniente tener en cuenta una serie de recomendaciones para conducir con lluvia y evitar el aquaplaning.
Aunque desconocido por muchos, el aquaplaning es uno de los mayores peligros a los que se expone un conductor. El neumático por su configuración cuenta con una serie de surcos y dibujos en su banda de rodadura que están destinados a evacuar el agua (y suciedades) que encuentre en la carretera.
Sin embargo, hay veces en los que, ya sea por la cantidad de agua presente o por escasa profundidad de hendiduras (en España el mínimo legal es de 1,6 mm), no son capaces de evacuarla por lo que queda una pequeña película de agua entre el bloque de goma de la rueda y el asfalto que produce una pérdida de control del vehículo que puede tener, como ultima consecuencia, un accidente.
Conducción con lluvia
Hay que tener en cuenta que la respuesta de un conductor y un coche coche al conducir con lluvia es muy diferente a la que tiene cuando la carretera está seca. Y, el primer problema que podemos encontrar es, precisamente, el de la falta de visibilidad, especialmente con las primeras lluvias.
Estas primeras gotas atrapan todas las partículas de suciedad que están suspendidas en el aire, ya sean por la contaminación, el polvo, el polen… mil y una posibilidades a las que se suma el agua que levantan los coches que circulan por delante de ti, que también arrastra la suciedad que hay en la carretera. El resultado de esto va a ser una pequeña película de suciedad que se va a quedar en la luna por lo que será primordial que los limpiaparabrisas estén en perfecto estado, limpien la mayor superficie de la luna y no dejen surcos a su paso.
A partir de aquí debemos tener en cuenta que vamos a contar con menos adherencia que cuando la carretera está seca. Debemos circular a una velocidad más baja, ser muy suaves con el acelerador y especialmente con el freno. Giraremos el volante con mucha suavidad y hay que aumentar la distancia de seguridad para poder reaccionar siempre ante las frenadas de emergencia que realicen el resto de vehículos.
También es recomendable orientar la calefacción a la luna delantera para evitar que se forme vaho y no pisar las marcas viales. Aunque hoy día se hacen con pinturas especiales, su adherencia es inferior a la del asfalto y nos podrían hacer patinar.
Cómo reaccionar cuando se produce aquaplaning
Cuando perdemos el control del vehículo sufrimos aquaplaning. Perdemos el control sobre el vehículo. Y, en este momento, nuestro objetivo es recuperarlo lo antes posible para evitar el accidente. Si este se produce en una recta, lo idóneo es soltar el acelerador y no tocar el freno. El coche perderá velocidad por sí mismo. Solo entonces recuperaremos el control.
Si el coche se mantiene recto no hay que hacer nada con el volante. Cuestión muy diferente es si se cruza. En este caso, sin pisar el freno giraremos el volante en el mismo sentido en el que se ha cruzado, es decir si la zaga se nos va hacia la izquierda, giraremos el volante también hacia la izquierda a la espera de que las ruedas delanteras recuperen la tracción y podamos reconducir el coche.
Si esto se produce en una curva, la situación será más complicada de salvar pues la fuerza centrífuga te enviará fuera de la curva. En este caso habría que aplicar el mismo principio antes expuesto: corregir la dirección y ajustarla al sentido que ha tomado el vehículo en su desplazamiento. Dependerá de la velocidad que llevemos y de la anchura de la carretera que logremos recuperar el control antes de salirnos de la calzada y que suframos un accidente.
Extremar la precaución
Por todo esto, hay que extremar la precaución al conducir sobre lluvia, especialmente al llegar a una curva. Hay que ajustar nuestra velocidad antes de llegar y, una vez estemos en el interior, actuar sobre el volante con mucha suavidad y sin frenar. Y, si hubiera que hacerlo, que sea de forma leve.
La última de las recomendaciones es la de montar neumáticos de invierno durante los meses más lluviosos. Cuentan con hendiduras más anchas y profundas mientras que los bloques de goma añaden multitud de filamentos para lograr evacuar el agua sin perder la motricidad. Estos son los mejores neumáticos de invierno que puedes encontrar en el mercado.