La gama Alpine se expande por el lado de la deportividad y el divertimento en circuito. Así es como ha nacido este A110 R que aquí te analizamos.
Desde su regreso al panorama automovilístico mundial, el Alpine A110 se ha convertido en un auténtico objeto de deseo. Ante la avalancha de peticiones, la firma gala ha ido sacando diferentes versiones especiales tanto en el apartado decorativo como en el de la deportividad dinámica alcanzando ahora con este A110 R el sumun de la misma. Sí, porque si hasta ahora el A110 S era el Alpine más potente que te podías comprar, a partir del salón de París de este año, ese galardón irá a parar al protagonista de estas líneas.
Se trata de una versión enfocada al dinamismo en la que se ha buscado honrar dicho apellido R, viene de radical, para hacerla más extreman, ligera y aerodinámica. Su principal objetivo es que todo aquel que se lo compre pueda disfrutar de lo lindo en cualquier trazado, sin por ello penalizar su uso para carretera. Para conseguirlo, los ingenieros galos se han centrado en varios aspectos.
El primero, la puesta a punto del chasis que ha sido pertinentemente recalibrada gracias a la introducción, entre otros, de barras estabilizadoras más firmes, una suspensión con muelles más duros y amortiguadores regulables (la altura de la carrocería se rebaja en 10 mm), un equipo de frenos con una mejor refrigeración y con discos de 320 mm de diámetro así como unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medida 215/40 para las ruedas delanteras y 245/40 para las traseras, con llanta de 18 pulgadas en los dos casos.
El segundo, el peso pues este Alpine A110 R ha sufrido una cura de adelgazamiento que le permite cifrar frente a la báscula tan solo 1.082 kilos, o lo que es lo mismo, 32 kilos menos que el A110 de serie que ya contaba, como ves, con un peso más que sobresaliente. Esto lo han logrado empleando de manera más masiva la fibra de carbono en varias partes del coche como puedan ser el capó, la luneta posterior, el extractor trasero, las llantas e incluso los asientos.
Hablando de los asientos, son de tipo baquet y cuentan con arneses de seis puntos al estilo de los coches de competición. Igualmente, la mampara de separación del motor central está construida en aluminio y cuenta con menos capas de aislamiento para permitirnos sentir su melodía sin mucho filtro de por medio. Porque el motor es uno de los pocos aspectos importantes que no cambia. Se mantiene el bloque 1.8 Turbo de cuatro cilindros que entrega 300 CV de potencia y 340 Nm de par máximo. Sin embargo, gracias a las mejoras introducidas, consigue rebajar en 3 décimas el paso de 0 a 100 km/h, cifrado ahora mismo en 3,9 segundos dicha aceleración. En lo que a precio se refiere, Alpine ha estipulado un PVP de 103.000 euros para aquellos que quieran optar por este A110 R lo que implica 39.800 euros más que un Alpine A110 y 27.200 euros más que un A110 S, con las primeras unidades aterrizando ya en este mes de octubre.