Ford y Volkswagen han anunciado hoy una alianza global para el desarrollo conjunto de vehículos, mecánicas eléctricas, nuevas tecnologías y sistemas de seguridad. Y todo con la conducción autónoma como gran reto para los próximos años. Sin embargo, ambas partes han aclarado que no se trata de una fusión y que cada compañía seguirá trabajando de forma autónoma y mantendrán su propia identidad. Eso sí, habrá un órgano de gobierno superior que estará comandado por Herbert Diess, CEO de Volkswagen, y Jim Hackett, CEO de Ford.
Era uno de los momentos más esperados del Salón de Detroit, que dio comienzo hace unas horas en la capital de Michigan. Pero la prensa congregada se quedó con las ganas. En el último momento se canceló la comparecencia pública que debía anunciar una alianza que alteraría el equilibrio actual en el sector de la automoción.
Pronto saltaron las alarmas pensando que las negociaciones se habían roto. Sin embargo, Mark Truby, vicepresidente del departamento de comunicación y relaciones públicas de Ford, declaró, tal y como recoge AFP, que no tenían “suficientes detalles para salir frente a 500 periodistas, así que decidimos cancelarlo”. Ahora ya sí es oficial.
Por el momento no son muchos los detalles que se han dado a conocer. Ni el modo en el que afectará a las fábricas de ambas compañías (Almussafes, Landaben y Martorell se mantienen a la espera). Los detalles los darán a conocer en los próximos meses. Este acuerdo completa aquel primer acuerdo al que ya llegaron en noviembre cuando informaron de que producirían vehículos comerciales de forma conjunta.
Los alemanes querían potenciar un segmento del mercado en el que están presentes aunque sin la relevancia deseada. Quieren aprovechar la experiencia de los del óvalo en este campo para mejorar su posición. Los primeros vehículos fruto de esta alianza llegarán en 2022, en el caso de los pick-up, y en 2023, en el caso de los vehículos comerciales.
Ahora son los del óvalo los que no quieren perder pie ante la llegada de vehículos eléctricos. Y eso que ellos ya fueron de los primeros en aventurarse a lanzar un vehículo eléctrico, un Ford Focus, hace una década.
En noviembre, los mismos protagonistas dejaron la puerta abierta a nuevos acuerdos y trabajos conjuntos, algo que hubo quien entendió como un primer paso a una fusión entre dos de los grupos automotrices más importantes a ambos lados del Atlántico. Finalmente, no será así. Aunque el acuerdo al que han llegado unirá sus destinos en algunos aspectos.
Así, buscarán de forma conjunta nuevas arquitecturas para vehículos, el desarrollo de nuevas mecánicas eléctricas, nuevos sistemas de movilidad, de seguridad y tecnologías. A esto habrá que sumar que explorarán juntos nuevas oportunidades de mercado en las que invertir. Además, tendrán un órgano de gobierno conjunto bicéfalo del que aún no se ha indicado dónde tendrá su sede, si en Detroit o en Alemania.
Este acuerdo les permitirá un ahorro de costes. Y sus vehículos serán más competitivos en el mercado. Aunque aseguran que “cada marca mantendrá sus características y su identidad”.