Al igual que las ventas de vehículos nuevos, las adquisiciones de coches usados subieron en 2015. El ascenso fue del 6 por ciento, fruto de los 1,78 millones de unidades comercializadas, según datos de GANVAM. Con esta cifra, el mercado de ocasión se situó en niveles de los años anteriores a la crisis, es decir, 2007 hacia atrás.
La relación entre compra de modelos usados y nuevos fue de 1,7 a 1 en favor de los primeros. En los peores años de la crisis, concretamente en 2012, esta proporción llegó a 2,3 a 1, pues los españoles optamos por soluciones de movilidad baratas, debido a las grandes dificultades que pasaron las economías familiares.
Lamentablemente, el mayor número de operaciones entre modelos usados las protagonizaron los de más antigüedad. Si bien, hay un creciente interés por unidades de hasta tres años. De hecho, en el canal de particulares, estos vehículos con pocos kilómetros marcaron la mayor subida, con un 10,6 por ciento.
Por Comunidades Autónomas, todas marcaron registros positivos, excepto País Vasco y La Rioja. La que más creció fue Baleares, con un 21,5 por ciento, seguida por Madrid y Extremadura, ambas con una subida del 9,3 por ciento. Los menores incrementos se produjeron en Comunidad Valenciana, con una subida de medio punto, y Castilla-La Mancha, con un 2,1.
Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de GANVAM, explicó el efecto que el Plan PIVE está teniendo en este sector: “Por un lado, ha contribuido a retirar de la circulación buena parte de la oferta de coches de más de diez años, que eran el motor del mercado de ocasión. Por otro, ha dinamizado el mercado de seminuevos, obligando a rebajar su precio para seguir conservando su atractivo frente al nuevo”.
