Ya es oficial el adiós de los monovolúmenes Ford C-Max y Ford Grand C-MAX.
La marca del óvalo busca la máxima rentabilidad de su negocio. Y si bien nos sorprendió hace un año con su nueva estrategia comercial en Estados Unidos, ahora le ha llegado el turno a Europa. El futuro de Ford pasa por centrarse en los vehículos y los segmentos con mayor número de ventas y más rentables. Y en reducir la plantilla de algunas de sus fábricas (Figueruelas, por ahora, se salva). Faltan muchos puntos por concretar pero hay uno que está claro. Como ya informamos en Clicacoches.com el pasado 11 de enero, los monovolúmenes Ford C-MAX y Ford Grand C-MAX dicen adiós.
A partir de ahora, la apuesta es clara, se centrarán en los vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables, una mecánica que no ha gozado de demasiado protagonismo en la oferta del óvalo. Además, en el futuro se vislumbra una ampliación del acuerdo de colaboración que tiene con Volkswagen, hasta ahora centrado solo en la fabricación de vehículos comerciales.
Ventas mínimas de los monovolúmenes
Ford fue una de las marcas que más apostó por el segmento de los monovolúmenes con el Ford B-Max, el Ford C-Max, el Ford Grand C-Max, el Ford S-Max y el Ford Galaxy. Sin embargo, desde hace unos años las familias han dirigido sus preferencias hacia el sector SUV.
Ford estuvo durante mucho tiempo presente en este segmento solo con el Ford Kuga y al que después acompañó el Ford Ecosport. Sin embargo, este, no ha logrado auparse a las primeras plazas de los todocaminos urbanos. Hubo que esperar al 2016 par que llegara el Ford Edge par completar la oferta.
Así, si hace no demasiado tiempo el Ford B-Max dijo adiós al mercado, ahora le llegado el turno al Ford C-Max y el Ford Grand C-Max. Por el momento sobreviven los monovolúmenes de gran tamaño para alivio de la fábrica de Figueruelas. Otro modelo que estaba en el alero era el Ford Mondeo que sí tendrá continuidad.
El futuro de Ford en Europa
La marca del óvalo se ha marcado como líneas de actuación la apuesta por los vehículos de pasajeros en primer lugar. Serán vehículos fabricados en nuestro continente. Y tendrán un diseño y un carácter divertido. Además, se espera que todos tengan al menos una versión eléctrica, híbrida o híbrida enchufable.
En segundo lugar, esperan continuar con la buena senda marcada por sus vehículos comerciales (uno de cada cuatro coches vendidos por Ford es un comercial). Para reducir costes se inició una colaboración con el Grupo Volkswagen el año pasado. Esto le podría permitir acceder a nuevas tecnologías y nuevos niños. Así como a un importante ahorro en el proceso de desarrollo.
El último punto en la hoja de ruta de la compañía está en la implantación de modelos icónicos de la marca. Ya lo hicieron con el Ford Mustang y con el Ford Edge. Y prometen volver a hacerlo con nuevos modelos. Para empezar, en abril presentarán un nuevo SUV que se fabricará en Estados Unidos y que llegará a Europa.