El resumen del 2016 en las carreteras españolas no aguarda buenas noticias. Durante el último año se registraron 1.038 accidentes mortales en las vías interurbanas, dejando un total de 1.160 fallecidos (29 más que en 2015). Mientras, otras 5.067 tuvieron que ser hospitalizadas.
Estas cifras rompen por completo con la tendencia descendente que se experimentaba 2003. Desde entonces, cada año se estaba consiguiendo reducir el número de accidentados y fallecidos en nuestras carreteras. Ahora, los accidentes mortales han aumentado un 1,4%; un 2,6% el número de fallecidos y un 4,3% los heridos hospitalizados.
Aunque la diferencia entre los ejercicios de 2003 y 2016 sea considerable, el repunte no es ni mucho menos una buena noticia. Tanto es así que Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, ya ha pedido a la DGT que empiece a crear un paquete de medidas para reducir la siniestralidad vial.
En este apartado, culpa del aumento de los fallecidos la ha tenido el incremento de los desplazamientos de largo recorrido. Está cifrado en 392 millones, tomando como referencia los grandes periodos de movilidad, y ha crecido en torno al 10% en los últimos tres años.
También es importante destacar la antigüedad del parque automovilístico español, uno de los más viejos de Europa. De media, los turismos en los que viajaron los fallecidos tenían una edad de 13,6 años, 11,1 las furgonetas y un 9,5 las motos.
Con el paso de los años, las causas de los accidentes van cambiando, aparecen nuevas infracciones y otras descienden. Es el caso concreto del uso del teléfono móvil mientras se conduce. Se calcula que un 28% de los accidentes hayan estados motivados por estos dispositivos.
Junto a ello, le siguen una velocidad inadecuada (en el 21% de los casos) y un aumento de las infracciones por consumo de alcohol y drogas. En este sentido, a pesar de los esfuerzos de la DGT en aumentar sus controles, los números tampoco han respondido como se deseaba.
