Como sabemos, hoy en día el Código Penal contempla que si nos encontramos con un accidente de tráfico en la carretera o somos testigos de él, estamos obligados a socorrer a las víctimas. No hacerlo, significaría que estamos infringiendo la Ley y, por tanto, nos podemos enfrentar a diversas sanciones económicas o administrativas.
Uno de los motivos por los cuales se impuso la omisión de la llamada de socorro como una infracción, tiene que ver con que los primeros momentos tras un accidente pueden ser determinantes para los que están implicados en él. Es decir que la gravedad de sus lesiones varía en función de cuándo sean atendidos. Algo que, incluso, puede definir si las víctimas de un accidente de tráfico sobreviven o no a lo sucedido.
60 minutos decisivos
Los expertos en seguridad vial aseguran que el plazo de tiempo más decisivo tras un siniestro es de una hora. Cómunmente se la conoce como “hora de oro” y es un periodo en el que todas las decisiones que tenemos tienen consecuencias. Por tanto, si queremos asegurarnos de que esas consecuencias sean positivas, lo primordial es mantener la calma y ayudar a los heridos siguiendo las normas de seguridad vial.
Tal como explican desde el RACE, entre el 30 % y el 50 % de las muertes en accidentes de tráfico se producen durante los primeros cinco minutos, tras el siniestro. Un porcentaje que aumentaría hasta llegar al 75 % si hablamos de la hora entera. Sin duda, hablamos de una cifra por la que es esencial reducir los tiempos de rescate y ser efectivos a la hora de aplicar la Conducta PAS, si queremos reducir el número de víctimas en carreteras.
¿Qué es la conducta PAS?
Estas tres siglas, provienen de tres palabras clave en términos de seguridad vial: Proteger, Avisar y Socorrer. Siempre que intentes ayudar a unas víctimas de accidentes en carretera debes recordarlas y seguir ese orden estricto. Lo primero de todo es proteger, colocar los triángulos de advertencia y así avisar a los demás usuarios de la vía de que en ese lugar se ha producido un siniestro. En segundo lugar, hablamos de avisar a los servicios de emergencias. El objetivo es que lleguen lo más rápido posible, ya que los sanitarios siempre tendrán más conocimientos que nosotros sobre cómo proceder con cada herido.
Debemos asumir nuestras limitaciones y no tratar de ser héroes. A veces, lo mejor es inmovilizar a las víctimas y no intentar solucionar el problema; un mal remedio podría no ser la solución y agravar las lesiones. Por último, la palabra socorrer habla por sí misma. Aunque, como decimos, si no estamos seguros es mejor no extralimitarse, esperar a los sanitarios y ayudarles si es preciso.