El pasado verano se presentó como la mejor solución de movilidad jamás pensada. Se trataba del autobús del futuro, que se denominó Autobús de Tránsito Elevado o TEB-1, un vehículo que estaba sobredimensionado en anchura y altura para acoger a un mayor número de pasajeros al mismo tiempo que pasaba por encima del tráfico. Se movería gracias a través de unos raíles dispuestos sobre el suelo.
Hoy, seis meses después, la única unidad que se fabricó se encuentra en estado de abandono, así como los raíles que se construyeron para la primera demostración.
El proyecto tuvo su cuota de protagonismo en los medios de todo el mundo. Las autoridades chinas, impulsoras del proyecto, se encargaron de ello, incluso elaboraron un vídeo en el que se podía ver que no había margen de fallo en este importante avance para el tráfico de las ciudades. Sin embargo, el tiempo les ha quitado la razón.
Según señala Shanghaiist, medio local que ha desvelado la situación en la que se encuentra el proyecto, el autobús yace abandonado en una calle, bajo la estructura que se utilizó en el momento en el que se presentó y que ahora le protege de las lluvias sin uso alguno.
Y añade que el autobús, por el lugar en el que se encuentra, está creando los problemas de circulación que estaba llamado a aliviar.
La primera prueba se hizo en la ciudad de Qinhuangdao, en la provincia de Hebei, al norte de China: Según pudieron recoger las cámaras, los primeros viajeros quedaron muy satisfechos por su funcionamiento. Sobre el papel no había fallo alguno, medía 22 metros de largo, 7,8 metros de ancho y 4,8 metros de alto, creando un túnel por debajo por el que podría superar una fila de dos coches en paralelo. Todo se sostendría sobre unos raíles que estarían sobre la carretera y sobre los que no podrían circular el resto del tráfico.
Pero, parece que el proyecto, una vez se puso en marcha y empezó a funcionar, tenía algunas lagunas. Taponaba intersecciones, tenía problemas para pasar por encima de vehículos comerciales y camiones, y no podía pasar por debajo de muchos de los puentes para peatones que hay en las ciudades chinas, así como túneles que hay en las ciudades.
Cuando se presentó el proyecto se dijo que se esperaba su implantación para el final de año, de 2016, y eso no ha sucedido. Consiguió generar interés de autoridades locales de Brasil, Francia, India, Indonesia y otros países, aunque este parece que poco a poco se ha diluido. Solo queda esperar cómo se retomará el proyecto una vez se pulan los problemas estructurales que tenía.