Toyota, después de haber sustentado su éxito de ventas en la tecnología híbrida, se ha fijado en la pila de combustible como siguiente paso en la evolución de sus propulsores. El Salón de Tokio será el lugar donde muestre por primera los nuevos Fine-Comfort Ride y Sora, dos prototipos de monovolumen premium y autobús propulsados con mecánicas eléctricas que serán alimentados con hidrógeno.
Toyota Fine-Comfort Ride y Toyota Sora (fotos)
[fotos id=”92777″]La muestra japonesa tendrá lugar entre los próximos 25 de octubre y 5 de noviembre, y se ha erigido como una de las citas referentes a nivel mundial sobre el mundo del automóvil, donde los fabricantes, especialmente los asiáticos, exhiben sus mejores creaciones.
Toyota Fine-Comfort Ride
Se trata de un vehículo con perfil monovolumen, acabados de nivel premium y mecánica eléctrica, alimentada por pila de combustible. Disfruta de una buena envergadura pues su longitud alcanza los 4.830 mm, la anchura se sitúa en 1.950 mm y la altura queda en 1.650 mm, para contar con 6 plazas en su interior.
La eficiencia de esta mecánica y el excelente nivel de almacenaje que ofrece esta pila le permite contar con una autonomía de 1.000 km –ciclo de prueba JC08–.
Se ha optado por una solución mecánica por la que se han sincronizado cuatro motores, cada uno acoplado a una rueda, lo que permite un centro de gravedad más bajo, una mayor estabilidad y una mejor entrega de la potencia, sin sistemas de reparto de par entre los ejes.
Y todo sin emisiones contaminantes, por su tubo de escape solo sale CO2, el que se surge de la transformación del hidrógeno en electricidad, y con un impacto en el medio ambiente mínimo. Además, el tiempo de repostaje sería de unos tres minutos, similar al de un coche con motor de combustión interna.
También llama la atención el habitáculo, con un planteamiento que se asimila al del salón de una casa. Las mayores dimensiones del vehículo permiten un gran espacio interior, algo que se nota en la distancia al techo y el espacio de la segunda fila de asientos.
El vehículo está preparado para disfrutar de soluciones de movilidad autónoma, y la función del Agente de Inteligencia Artificial y las pantallas táctiles se han dispuesto en torno a los puestos del conductor y el pasajero. Los asientos se pueden regular de forma flexible según la postura y las pantallas del habitáculo, las cuáles también ofrecerán no solo la información del rendimiento del coche sino que se pueden utilizar como un espacio de disfrute para el ocio.
Toyota Sora
En el caso del autobús, no es tan prototipo como se anuncia pues entrará en producción, más de 100 unidades que se utilizarán en el área metropolitana de Tokio antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 de la capital japonesa. Queda por saber si con las mismas formas de este modelo que se muestra ahora o si sufrirá cambios.
El autobús, que mide 10.525 mm de largo, 2.490 de alto y 3.340 de ancho; se ha desarrollado a partir de dos ideas claras: sacar el máximo partido de las características de la pila de combustible y mejorar el confort de los pasajeros que se desplazan en autobuses urbanos.
Está equipado por una mecánica eléctrica compuesta por dos motores de tipo síncrono que juntos rinden una potencia de 154 CV con un par máximo de 335 Nm. Su depósito es de 600 litros de hidrógeno y la batería son de hidruro de níquel.
El salto tecnológico se completa con tres nuevas funciones de gran ayuda para el conductor: vigilancia periférica, función de control de la aceleración para una marcha suave y control de llegada automático. En total, ocho cámaras de alta definición en el interior y exterior detectan a peatones o bicicletas, y avisan al conductor en caso de que se pueda producir una situación de riesgo.
Pero no solo es un vehículo ecológico, pues su interior también es modular. Se han dispuesto unos asientos que ofrezcan la mayor comodidad pero que también se puedan plegar en caso de necesario, como cuando suban unos carritos de bebé o sillas de ruedas.